Los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur celebrarán una histórica cumbre en abril en su Zona Desmilitarizada después de que Pyongyang ofreciera renunciar a sus armas nucleares a cambio de garantías de seguridad, informó este martes un emisario surcoreano.
El régimen norcoreano, que está sometido a múltiples rondas de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU debido a sus programas nucleares y de misiles balísticos, ha insistido durante mucho tiempo en que estos no serían objeto de negociación.
Pero ahora está dispuesto a cesar dichos programas si se garantiza su seguridad nacional y la de su líder, afirmó Chung Eui-yong, consejero de Seguridad del presidente surcoreano, Moon Jae-in, a los periodistas a su regreso a Seúl tras reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en Pyongyang.
El régimen norcoreano se ha considerado bajo la amenaza de una invasión de Estados Unidos desde el fin de la Guerra de Corea, en 1953, con un alto el fuego que dejó a las dos partes técnicamente aún en guerra.
Chung aseguró sin embargo que Kim está dispuesto a hablar de desnuclearización en conversaciones con Estados Unidos, lo que podría constituir la concesión crucial necesaria para permitir el diálogo.
Corea del Norte «dejó claro que no hay motivos para tener (armas) nucleares si se despejan las amenazas militares contra Corea del Norte y se garantiza la seguridad de su régimen», afirmó.
También «expresó su voluntad de mantener un diálogo franco con Estados Unidos para discutir el tema de la desnuclearización y normalizar las relaciones» entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Durante la duración del diálogo, el régimen norcoreano prometió suspender sus ensayos nucleares y de misiles, aseguró Chung.
Estados Unidos ha insistido durante mucho tiempo en que Corea del Norte dé pasos concretos hacia su desnuclearización como condición previa.
El presidente Donald Trump recibió el anuncio con cautela, en tanto que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo que Washington mantendrá la «presión máxima» sobre Corea del Norte hasta que dé pasos claros hacia la desnuclearización.
«Posible progreso está siendo alcanzado en conversaciones con Corea del Norte. Por primera vez en muchos años se está haciendo un esfuerzo serio por todas las partes involucradas», señaló Trump en un mensaje en Twitter.
«El mundo está mirando y esperando. Puede ser una falsa esperanza, pero Estados Unidos está listo para ir en cualquier dirección», añadió.
No obstante, «Estados Unidos y sus aliados siguen firmes en imponer la máxima presión sobre el régimen de Kim [Jong Un] para poner fin a su programa nuclear», declaró algo más tarde Pence.
Los anuncios hechos este martes son los últimos avances del rápido acercamiento registrado en la península de Corea a raíz de los Juegos Olímpicos de Invierno y llegan tras un año de fuertes tensiones durante el cual Corea del Norte realizó su ensayo nuclear de mayor potencia hasta la fecha y múltiples lanzamientos de misiles, incluidos algunos capaces de alcanzar territorio continental estadounidense.
El clima todavía se tensó más con los insultos personales y amenazas apocalípticas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano. El primero trató al segundo de «pequeño hombre cohete» y Kim dijo del mandatario estadounidense que era un «viejo enfermo mental».
Línea de comunicación
La cumbre intercoreana tendrá lugar a finales de abril en la localidad de Panmunjom, en plena Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa a los dos países, y estará precedida de una conversación telefónica entre Kim y Moon.
Los dos países acordaron asimismo abrir una línea de comunicación directa de urgencia entre sus dos dirigentes, precisó Chung.
Esta será la tercera cumbre entre los dirigentes de ambos países que se celebra desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). Las dos anteriores tuvieron lugar en 2000 y en 2007.
«El Sur y el Norte están de acuerdo en una línea de comunicación de urgencia entre los dirigentes para desactivar las tensiones militares y en coordinarse estrechamente», afirmó el emisario surcoreano.
Chung y los diplomáticos surcoreanos que lo acompañaron a Pyongyang son los más altos responsables de Corea del Sur que viajan al Norte desde hace más de diez años.
Los emisarios surcoreanos tiene previsto partir el miércoles hacia Washington para informar sobre este viaje. Estados Unidos acaba de imponer nuevas sanciones unilaterales a Corea del Norte, las más duras hasta la fecha según el presidente Trump.