Un oficial agregado adscrito al Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana fue acribillado a tiros el pasado sábado, junto con su hermano, en La Tula del sector Carapita -perteneciente a la parroquia caraqueña de Antímano- por varios hombres fuertemente armados.
El asesinato del funcionario policial, identificado como Javier Alfredo Sánchez Meneses, acaeció en las inmediaciones de la vivienda que habitaba en la referida zona, cuando fue interceptado mientras conversaba con su pariente, cuyo nombre aún no ha sido revelado, por los integrantes de una célula delictiva que procedieron a dispararles en reiteradas oportunidades, dejando malheridos a ambos.
Posterior a la mortífera acometida, las víctimas fueron trasladadas hasta el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño del Distrito Capital, sin embargo, solo una sobrevivió: el hermano, que permanece recluido en las instalaciones del centro de asistencia médica bajo condiciones favorables. Lamentablemente, Javier Sánchez ingresó sin signos vitales, acorde con datos procurados por el periodista Román Camacho a través de su cuenta oficial en Twitter.
Las autoridades competentes aún no han revelado mayores detalles acerca del homicidio. Se presume que la muerte del funcionario fue producto de una venganza, uno de los móviles que actualmente se maneja el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Según cómputos que lleva la Policía, este sería el caso número 86 de un agente del aparato de seguridad del Estado venezolano que fallece a manos del hampa en el transcurso del 2018.