Fue llamada la operación militar más efectiva del mundo. Hace diez años, sin disparar un tiro, fueron rescatados la franco-colombiana Ingrid Bentancourt y 14 rehenes más de las FARC, pero quedaba una deuda que el presidente de Colombia saldó este martes.
Con motivo del aniversario de la espectacular acción que terminó con un cautiverio de años, el mandatario Juan Manuel Santos condecoró y ascendió a cuatro de los militares ya en retiro que formaron parte de la Operación Jaque.
«Me queda un sinsabor que hoy quiero rectificar, cuatro miembros de ese equipo no fueron ascendidos, hoy quiero corregir esa injusticia», dijo Santos durante una ceremonia en el Monumento a los Héroes Caídos, en Bogotá.
Sin revelar las identidades por seguridad, el gobierno otorgó el reconocimiento a un coronel, dos tenientes y un sargento mayor.
Según Santos, el operativo «fue determinante en la búsqueda de la paz» firmada en 2016 con los insurgentes de las FARC.
El 2 de julio de 2008 la fuerza pública fingió un traslado humanitario de rehenes para arrebatarle a la ya disuelta guerrilla al grupo de secuestrados más valioso que tenía en su poder: Betancourt, tres estadounidenses y once militares y policías.
«Hoy estamos conmemorando diez años de la operación de inteligencia militar más audaz, más atrevida y más exitosa de los últimos tiempos (…) que se hizo sin derramar una sola gota de sangre», agregó el mandatario.
La Operación Jaque – que comenzó con la interceptación de las comunicaciones de los rebeldes e incluyó el uso de un helicóptero con símbolos falsos de la Cruz Roja Internacional- fue uno de los mayores golpes que recibió el que fuera el grupo rebelde más poderoso de América.
En su momento, los guerrilleros Gerardo Aguilar y Alexander Farfán, conocidos bajo los alias «Gafas» y «César», encargados de custodiar a los rehenes, fueron catalogados por las FARC como «traidores».
El presidente rechazó esa versión planteada en el documental «Operación Jaque» y defendida por las FARC, según la cual los organismos de seguridad estadounidenses de la CIA y el FBI habrían «comprado a estos dos jefes de la guerrilla».
«Fue una operación de inteligencia colombiana», enfatizó el martes.
Betancourt, la excandidata presidencial que para entonces llevaba seis años secuestrada en lo profundo de la selva, ha recordado el operativo como una «resurrección».
«La Operación Jaque no solo cambió la vida de nosotros los secuestrados, sino también la del país. Con esa derrota las FARC tuvieron que replantearse su esquema de guerra y pensar en pasar a lo político», afirmó a la revista Semana.
Por su parte, Carlos Lozada, excomandante guerrillero y dirigente del ahora partido FARC, abogó por «el esclarecimiento de los hechos», en el marco de los compromisos asumidos en el acuerdo de paz que condujo al desarme de la rebelión.