El exentrenador del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, fue designado este lunes como nuevo entrenador de la selección española tras la abrupta destitución de Julen Lopetegui en las vísperas del Mundial de Rusia.
«Se ha aprobado con unanimidad la contratación de Luis Enrique como seleccionador para los próximos dos años», señaló en una rueda de prensa el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.
Ganador de dos Ligas y una Liga de Campeones en el banquillo azulgrana, Luis Enrique toma las riendas de una selección en horas bajas, sacudida todavía por la destitución de Julen Lopetegui, dos días antes de empezar el Mundial.
Dirigida interinamente por el director deportivo de la RFEF, Fernando Hierro, España cayó en octavos de final ante el país anfitrión, consumando su tercer fracaso consecutivo en un gran campeonato internacional, tras el Mundial de Brasil-2014 (eliminación en la fase de grupos) y la Eurocopa-2016 (derrota ante Italia en octavos).
«Lo que necesita la selección es un entrenador que haya tenido éxito, que sea un entrenador moderno, que sepa que no hay que variar mucho el estilo de jugar», había avanzado el nuevo director deportivo de la RFEF, José Francisco Molina.
Con 62 internacionalidades en su etapa como jugador, Luis Enrique, de 48 años, empezó a despuntar como entrenador en el filial del FC Barcelona antes de dar el salto a la élite al frente de la Roma durante la temporada 2011-2012.
Después de brillar en el modesto Celta de Vigo, en 2014 volvió a un FC Barcelona en declive, que por primera vez en seis años había cerrado el curso sin títulos de envergadura y cuyo estilo de juego combinativo parecía estar agotado.
Manteniendo fidelidad a la filosofía de toque pero aportando mayor verticalidad, especialmente gracias al tridente ofensivo formado por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, Luis Enrique consiguió en su primer año la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones (2014/2015).
Después de conseguir otra Liga y dos Copas del Rey más, dejó el FC Barcelona en junio de 2017 y desde entonces se encontraba sin club.
Aunque tenía suculentas ofertas sobre la mesa, Luis Enrique se decantó finalmente por el banquillo de la selección.
«Me gusta el compromiso que he notado de dejar pasar otras oportunidades que superaban en mucho a la de la Federación», señaló Rubiales, probablemente un recado velado a su antecesor.
Misión: resucitar a España
Seleccionador desde 2014, Lopetegui cerró su incorporación al Real Madrid para reemplazar al dimitido Zinedine Zidane apenas unos días antes de iniciar el Mundial de Rusia, en el que España partía entre las favoritas.
Rubiales, que aseguró no haber sido informado de las negociaciones, optó por destituirlo y dejar la selección en manos del entonces director deportivo Fernando Hierro, con una corta experiencia como técnico.
Bajo su batuta, España consiguió empatar 3-3 contra Portugal en su primer partido y, a pesar de sus pobres actuaciones contra Irán y Marruecos, pasó como primera de grupo a octavos, en los que sucumbió ante el país anfitrión en la tanda de penales.
Se consumó así el tercer fracaso consecutivo de la «Roja», después de haber dominado el mundo del fútbol entre 2008 y 2012, ganando un Mundial y dos Eurocopas.
La misión de Luis Enrique es la misma encargada a Lopetegui al reemplazar a Vicente del Bosque: evolucionar su juego para que la aplastante posesión se traduzca en oportunidades de gol y rejuvenecer el equipo.
Con Andrés Iniesta retirado de la selección tras este Mundial y otros componentes clave del extinto éxito español rebasando la treintena, como Sergio Ramos, Gerard Piqué o David Silva, Luis Enrique deberá conformar una nueva columna vertebral para la «Roja».
Desde los despachos lo ayudará el nuevo director deportivo José Francisco Molina, exportero del Atlético de Madrid y Deportivo de la Coruña y coetáneo suyo en la selección española.