La mensajería WhatsApp anunció este viernes que limitará las conversaciones en India, con el objetivo de frenar la difusión de noticias falsas, que suelen provocar tumultos y homicidios en este país asiático.
Durante los dos últimos meses, los rumores en las redes sociales sobre la presunta presencia de secuestradores de niños causaron la muerte de una veintena de personas, linchadas por muchedumbres.
Estos sucesos tuvieron tal impacto mediático que el gobierno indio amenazó la semana pasada con procesar judicialmente esta aplicación propiedad de Facebook, ya que consideraba que la difusión de noticias falsas también era «su responsabilidad».
Ante la presión gubernamental, WhatsApp anunció que suprimirá la posibilidad de enviar un mensaje a varias conversaciones a la vez y que intentará limitar que un mismo mensaje sólo pueda enviarse cinco veces.
El cursor de transferencia rápida también será eliminado.
Con más de 200 millones de usuarios, India es el primer mercado mundial de WhatsApp. Los indios reciben a diario un número espectacular de mensajes e imágenes, que suelen reenviar a otros contactos.
Tras la llegada de los smartphone y de internet en los móviles en todos los territorios indios, esta expansión tecnológica favoreció que los falsos rumores se multipliquen por las redes con gran celeridad. Todavía poco habituada a las nuevas tecnologías, una parte de la población india considera veraces la mayoría de las informaciones que circulan por WhatsApp.
«Creemos que estos cambios —que seguiremos analizando— servirán para preservar el objetivo inicial de WhatsApp, una aplicación de mensajería privada», declaró el grupo tecnológico estadounidense.
El último homicidio motivado por una falsa información que circuló por WhatsApp se produjo la semana pasada, cuando una muchedumbre de 2.000 personas dio una paliza mortal a un informático de 27 años en el estado de Karnataka, en el sur del país, creyendo que se trataba de uno de los supuestos secuestradores de niños denunciados en internet.
Antes de que los asediaran, el hombre muerto y sus amigos sólo habían ofrecido chocolate a unos niños.
AFP