El campo nazi de Auschwitz-Birkenau es «el peor lugar del mundo» y la responsabilidad de los alemanes, que lo crearon, «nunca terminará», consideró el lunes en ese lugar el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas.
«Hace un momento estaba en la cámara de gas de Auschwitz. Vi miles de zapatos de niños, que les fueron retirados de camino a las cámaras de gas, toneladas de pelo que le quitaron a la gente antes de que fueran enviados a las cámaras de gas. Es difícil de expresar, es el peor lugar del mundo. Y aquí, uno debe decidir: o bien pierde la fe en la humanidad o bien gana esperanza y fuerzas para defender la dignidad humana y hacer algo por ella», declaró el ministro al término de una visita al antiguo campo.
«En cualquier caso, es un lugar de memoria que, ante todo, nos recuerda, a nosotros los alemanes, lo que hicimos a millones de personas. Necesitamos este lugar pues nuestra responsabilidad no terminará nunca», añadió el ministro, que ha dicho en varias ocasiones que Auschwitz fue la razón por la cual decidió meterse en política.
El ministro atravesó el célebre portal decorado con el lema «Arbeit macht frei» («El trabajo os hará libres»), a la entrada del campo.
También tenía previsto visitar el sitio del campo de exterminio vecino de Birkenau, antes de reunirse con su homólogo polaco Jacek Czaputowicz en el pueblo vecino de Harmeze.
Alrededor de 1,1 millones de personas fueron exterminadas en el campo de Auschwitz-Birkenau -un millón de las cuales, judías-, hasta que este fue liberado el 27 de enero de 1945.
En una entrevista publicada este lunes con el diario polaco Gazeta Wyborcza, Maas recordó, al ser preguntado acerca de las tensiones entre los conservadores que detentan el poder en Varsovia y la Unión Europea (UE), que «los valores europeos, como la libertad, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos son un elemento central de la UE y no son negociables».