Un prolongado sismo, de magnitud 7,3 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), sacudió la tarde del martes a Venezuela y Trinidad y Tobago causando pánico, sin que hasta ahora se reporten víctimas aunque sí daños.
Torre de David inclinada
El temblor tuvo su epicentro 19 km al sureste de Yaguaraparo (estado Sucre), unos 400 km al este de Caracas, y ocurrió a una profundidad de 31,6 km, según los datos revisados por FUNVISIS y difundidos en la noche por Reverol.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que calculó una profundidad muy diferente de 123 km, descartó alerta de tsunami.
«Estamos revisando todo el sistema de gestión de riesgo del país, hay más de 20.000 funcionarios evaluando los daños», aseveró Reverol.
Imágenes captadas por la AFP muestran a una emblemática torre abandonada del centro de Caracas con una inclinación en la cima. Un albergue de niños ubicado en las proximidades fue desalojado.
«En la Torre de David, de 45 pisos, se presentó una inclinación de 25%», precisó el ministro.
Fotos difundidas por medios de comunicación locales y en las redes sociales mostraron paredes agrietadas en edificios en Caracas, Puerto Ordaz (sur) y otras ciudades.
«Psicoterror»
En la zona del epicentro, el gobernador oficialista Edwin Rojas reportó una «situación de calma». «Teníamos años que no sentíamos una afectación sísmica de este nivel. Gracias a Dios y a Cristo bendito no tenemos ninguna víctima», declaró.
«No caigamos en el psicoterror que pudieran generar notas de voz o redes sociales sobre un tsunami. Buscan pescar en río revuelto y alarmar a la población. Los hospitales… sin ninguna novedad», agregó Rojas.
Las redes sociales se inundaron con mensajes de alarma, especialmente de habitantes de la Gran Caracas, poco habituados a este tipo de fenómenos. En esa zona, que comprende la capital y su periferia, viven unas cuatro millones de personas.
Eduardo Zambrano, de 30 años, habitante de Caracas y quien vive en un piso 11, bajó muy asustado con su perro por las escaleras. «Tembló feo todo el edificio se movía. Muchos bajaron en pijama», aseguró a la AFP.
«Estaba en el banco cuando pasó. Los trabajadores se dieron cuenta de que estaba temblando y los vidrios empezaron a moverse y las mesas y las sillas. Nos mandaron a salir a todos. Algunos no querían salir porque estaban en la cola para tratar de sacar efectivo (que escasea en Venezuela)», dijo a la AFP Dorothy Villalobos.
José Naveda, de 35 años, habitante de Tucupita, estado Delta Amacuro (este), contó que se sintió «muy fuerte». «La gente salió corriendo hacia la calle, muchos se quedaron afuera. En algunas partes se fue la luz», declaró a AFP por teléfono.
Los dos últimos sismos más fuertes fueron registrados el 29 de julio de 1967, de magnitud 6,7 en Caracas, con más de 200 muertos, y el 9 de julio de 1997 de 7,0 en Cariaco (Sucre), que dejó 73 fallecidos.
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