Venezuela acordó con China aumentar a un millón de barriles diarios la producción de petróleo que destina al país asiático, para lo cual se requieren inversiones por unos 5.000 millones de dólares, informó este martes el presidente Nicolás Maduro.
Se convino «llevar la exportación petrolera a China a un millón de barriles. Solo para China, un millón de barriles», dijo Maduro a corresponsales extranjeros, al hacer un balance de la visita que realizó a Pekín entre el jueves y el sábado último.
El mandatario no detalló cuánto aportará China al proyecto, aunque estimó que ambos países deberán invertir unos 5.000 millones de dólares para alcanzar la meta a más tardar en agosto de 2018.
«Calculo aproximadamente unos 5.000 millones de dólares que debemos invertir en este año que he puesto como meta. El dinero lo vamos consiguiendo», indicó Maduro.
Estimaciones privadas señalan que Venezuela envió un promedio de 700.000 barriles diarios a China en 2017.
El gigante asiático es el principal acreedor de Caracas, que ha recibido préstamos chinos por unos 62.000 millones de dólares en la última década, pagaderos principalmente con petróleo.
Venezuela adeuda aún unos 20.000 millones de dólares, cuyas condiciones de pago se flexibilizaron en 2016, en medio de la grave crisis del país caribeño, que alberga las mayores reservas de crudo del mundo.
Según analistas, la flexibilización incluye un período de gracia durante el cual Venezuela puede descontarse una parte de los intereses del servicio de la deuda y seguir recibiendo otra porción en efectivo, clave ante los problemas de liquidez.
Maduro se abstuvo de responder si dicha prerrogativa fue extendida.
«Venezuela es buena paga, ha demostrado en los momentos más difíciles su capacidad para responder a los compromisos con China (…). Las cuentas están claras con ellos», sostuvo el gobernante socialista.
El socio de la OPEP está confrontado a una aguda crisis con cinco años de recesión, una inflación proyectada por el FMI en 1.0000% para 2018 y escasez de alimentos y medicinas.
En medio de la debacle, la producción de crudo, que representa 96% de los ingresos, se derrumbó desde 3,2 millones de barriles diarios en 2008 a 1,4 millones en agosto pasado, el nivel más bajo en 30 años, según la OPEP.
Para sacar la economía del foso, Maduro puso en marcha en agosto una serie de reformas que incluyen la eliminación de cinco ceros al bolívar -la moneda local- y una devaluación de 96% que intenta compensar con un aumento del salario mínimo de 3.400%.
El presidente venezolano aseguró haber recibido de su homólogo chino, Xi Jinping, apoyo para ese plan, lo que incluye un asesoría permanente por parte de expertos del país asiático.