Los venezolanos siguieron recibiendo este lunes la gasolina más barata del mundo sin tener certezas sobre el nuevo mecanismo de cobro de los hidrocarburos que entró este lunes en período de prueba y con el que el Ejecutivo planea reducir los subsidios y establecer una tarifa “internacional”.
EFE
Tal como lo anunció la semana pasada el presidente Nicolás Maduro, las estaciones de servicio (gasolineras) de todo el país amanecieron con personal asignado por el Gobierno que empezó a orientar a los ciudadanos sobre la transición hacia el llamado sistema de “biopago”.
La llamada revolución bolivariana busca pasar del cobro exclusivamente en efectivo de la actualidad a un mecanismo basado en un dispositivo electrónico que incluye capta huella, lector de tarjetas de pago y de carnés digitales con QR (código de respuesta rápida según sus siglas en inglés).
Aunque el chavismo gobernante no ha dado a conocer la fecha de entrada en vigencia del nuevo precio de los combustibles ni de cuánto será el aumento, lo que sí ha quedado claro es que el subsidio general que impera en el país petrolero desde hace décadas se reducirá solo a quienes estén inscritos en el “carné de la patria”.
Bajo este nombre se conoce a un censo gubernamental en el que está registrada poco más de la mitad de la población y unos tres millones de vehículos, según datos del oficialismo, y esta tarjeta, señalada por opositores como un arma de control social y político, será la única forma de preservar los bajos precios.
El estudiante Ricardo León, de 19 años, dijo a Efe mientras esperaba surtir su vehículo con gasolina, que “esto (el nuevo sistema) va a ser un desastre (…) dudo mucho que esto dure”.
León indicó que, aunque los operadores del sistema le han mostrado cómo se utilizará, quedan dudas sobre el método de pago: “Me han dicho que no trabajan con todos los bancos y si por ejemplo yo no tengo cuenta en el banco con el que están trabajando ¿cómo voy a pagar?”.
Otra inquietud que manifestó el estudiante gira en torno al posible precio del combustible. “Va a ser elevadísimo (…) si uno gana 1.800 bolívares y el precio va a ser 1.500, ¿se te va a ir el sueldo en un tanque de gasolina?”, cuestiona.
Desde la semana pasada personal de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se desplegó en diferentes puntos de venta de combustibles para la instalación y explicación de cómo funcionará este nuevo método.
La abogado Violeta Guarache, que también hacía cola para poder surtir su tanque de gasolina dijo que “es terrible que un país petrolero” tenga que implementar un sistema así.
Guarache dijo que aunque desconoce el precio, está dispuesta a cancelar el monto internacional ya que decidió no registrarse en el censo gubernamental pues a su juicio el único registro válido es la cédula de identidad con la que ya cuenta.
Según Maduro, estos aparatos por los que se cobrará la gasolina usan tecnología china, permitirán una mejor distribución del combustible y reducirá su contrabando, especialmente hacia la vecina Colombia que, asegura, genera pérdidas de hasta 18.000 millones de dólares al año.
Por su parte, la oposición venezolana reiteró su rechazo al venidero sistema de cobro de la gasolina al tiempo que respaldó las protestas sociales y gremiales que vienen registrándose en todo el país desde hace unos 100 días para denunciar la crisis económica.
El Frente Amplio, que agrupa a partidos opositores y movimientos sociales, lanzó hoy una “plataforma de conflicto” que, aspira, desemboque en una convocatoria a huelga general contra el Gobierno de Maduro, al que acusan de haber “sumergido al país en una profunda crisis económica”.
La diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), Delsa Solórzano, dijo que el llamado a paro solo será posible si las fuerzas opositoras y los gremios de trabajadores que integran el Frente Amplio están “unidos” y dejan de lado el partidismo.
El Frente llamó a consultas para una huelga nacional contra Maduro en julio pasado, mientras que a principios de agosto aseguró promovería la acción “lo más pronto posible”.
Este lunes, la coalición no dijo cuándo podría convocar la huelga, pese a que algunos de sus miembros estimaban que el llamado se haría esta misma jornada.
EFE