La cadena Sears, ícono de las ventas minoristas en Estados Unidos, se declaró en quiebra este lunes, víctima del comercio en línea y de sus propios errores.
La compañía, que en los últimos años cerró cientos de tiendas en medio de una reorganización comercial, tenía una gran deuda y el lunes no pudo reembolsar 134 millones de dólares que debía, explicó la firma en un comunicado.
La pionera en el concepto de vender todo a todo el mundo y de la venta por correspondencia nació en 1886. Su abultado catálogo presentaba desde ropa y calzados hasta incluso casas prefabricadas.
La primera cadena de tiendas posguerra ingresó en 1924 en el índice Dow Jones de Wall Street. Pero en los años 80 cedió el terreno de la innovación a Walmart y Home Depot, y nunca más consiguió adaptarse a la competencia del comercio en línea, especialmente con el éxito de Amazon.
Sears, cuya caída coincide con la estrepitosa disminución de público a los centros comerciales estadounidenses, tampoco supo seducir a la generación milenial (de 17 a 35 años) que realiza sus compras desde sus smartphones.
«Hay una gran cantidad de factores que contribuyeron a la caída de Sears pero lo más importante es su fracaso en comprender la distribución y hacer evolucionar a Sears para adaptarlo al cambio», estimó Neil Saunders, analista de GlobalData Retail.
«Flexibilidad» para fortalecerse
Sears Holdings se amparó en el capítulo 11 de la ley estadounidense de quiebras que permite a las empresas seguir operando y reorganizarse sin la presión de sus acreedores, indicó el comunicado.
Edward S. Lampert, su presidente desde 2004, indicó que la declaración de insolvencia permitiría a la compañía tener la «flexibilidad para fortalecer su balance» y acelerar una transformación estratégica.
La empresa indicó que intenta reorganizarse en torno a una menor plataforma de tiendas, algo que ayudará a salvar decenas de miles de puestos de trabajo.
La firma contaba con 89.000 empleados a febrero, según su declaración ante la comisión que controla el accionar de las empresas (SEC) -tenía 350.000 hace una década- así como con 547 tiendas Sears y 432 Kmart (ambas se habían fusionado en 2004).
La acción, que alcanzaba unos 120 dólares en 2007, valía solo 0,41 centavos el viernes.
Según el comunicado, Sears cerrará a fin de año 142 tiendas no rentables, además de eliminar en noviembre los 46 puntos de venta previamente anunciados.
Lampert seguirá presidiendo la firma pero renunciará como director ejecutivo, cargo que asumirán otros altos ejecutivos como parte de una nueva «Oficina de la Dirección Ejecutiva».
Sears dijo que había recibido el compromiso de financiación para 300 millones de dólares, pues la firma es deudora en posesión de activos, y estaba negociando otros 300 millones.
Una institución
Con una historia que se remonta a 1886, Sears fue pionera con grandes almacenes y construyó un gran imperio a través de toda Norteamérica.
El historiador Jerry Hancock dijo a la emisora NPR que Sears era «una institución» en Estados Unidos.
«Para la generación de los mayores, es el cambio de los tiempos. Sears fue parte integral de su niñez, construyó junto a la familia estadounidense. Creo que Sears fue la columna vertebral de eso. Y de hecho uno podía ordenar con un catálogo de Sears una casa completa», afirmó.
Desde sus comienzos a fines del siglo XIX, los catálogos de Sears «cambiaron por completo la vida estadounidense», pues ofrecían a los consumidores artículos exóticos que habían visto en la Feria Mundial o de los que había leído, como los separadores de crema o las máquinas de coser Singer, señaló Hancock.
«Ese catálogo fue una especie de ventana a ese nuevo mundo del consumo, y realmente logró una conexión con las personas», agregó.
Sears no es la única de las grandes cadenas que cae ante el avance del comercio en línea.
En marzo, la emblemática juguetería Toys «R» Us anunció el cierre de sus tiendas en Estados Unidos mientras que otras grandes firmas, como Macy’s y JC Penny, se han visto obligadas a cerrar muchos puntos de venta y despedir a funcionarios.