El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tildó este miércoles de «loco extremista» al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quien acusó a su gobierno de financiar la caravana de miles de migrantes hondureños que avanza hacia Estados Unidos.
«¡Tremendo poder de convocatoria que yo tengo en Centroamérica, Mike Pence! Si no fuera porque lo dijera un extremista, un loco extremista (…), uno solo se reiría de eso», expresó Maduro.
«Ya comienza la paranoia imperialista de acusar a Maduro y a Venezuela de todo lo que les ocurre a ellos y ellos son capaces de hacer cualquier cosa», dijo el mandatario durante un acto transmitido por la televisora estatal VTV, al ratificar sus frecuentes denuncias de que Washington promueve su derrocamiento e, incluso, intentos de asesinarlo.
Pence aseguró el martes que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, le comunicó que la multitudinaria caravana fue organizada por grupos de izquierda «financiados por Venezuela».
Entre 2.500 y 5.000 personas, según las autoridades de México, intentan cruzan ese país para llegar a Estados Unidos tras haber partido desde Honduras. La ONU cifró la cantidad de integrantes de la caravana en 7.000.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con cerrar las fronteras frente a lo que calificó de «asalto».
El pasado sábado, Maduro pidió a Trump que «abra la frontera de los Estados Unidos y respete a los migrantes centroamericanos».
En contraste, el gobernante socialista es responsabilizado por sus adversarios por el éxodo de cientos de miles de personas que huyen de la crisis económica en Venezuela, con una hiperinflación proyectada en 1.350.000% para 2018 por el FMI y escasez de alimentos y medicinas.
Aunque Maduro niega una crisis migratoria, la ONU calcula que 1,9 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015.
Washington y Caracas, que carecen de embajadores desde 2010, han tenido tensas relaciones desde la llegada al poder del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), agravadas en los últimos tiempos.
La administración de Trump impuso sanciones financieras contra Venezuela y su petrolera PDVSA, así como contra Maduro y otros altos funcionarios.