La estrella de Hollywood Robert De Niro y el ex vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden fueron los últimos objetivos en una serie de presuntas bombas enviadas a una decena de opositores del presidente estadounidense Donald Trump, quien culpó a los medios de provocar «ira».
El FBI (policía federal), el Servicio Secreto (la agencia que vela por la seguridad de dignatarios y exdignatarios) y la policía local buscan identificar al o los responsables de lo que los republicanos en el poder y los demócratas en la oposición han calificado como «terrorismo interno».
Trump es acusado de incitar a la violencia tras la interceptación de supuestos explosivos de fabricación casera a Barack Obama, Hillary Clinton, la cadena CNN y otras figuras denostadas por los partidarios del presidente.
El jueves, un paquete similar fue interceptado por un escuadrón antibombas en TriBeCa Productions en Nueva York, cofundada por el legendario De Niro y el FBI confirmó que otros dos paquetes fueron dirigidos en el Estado de Delaware al ex vicepresidente de Obama, Joe Biden, potencial candidato demócrata a la presidencia para 2020.
«Es posible que más paquetes puedan o ya hayan sido enviados», dijo el director adjunto del FBI, William Sweeney.
De Niro, dos veces ganador del Oscar, fue ovacionado en junio al usar un improperio al referirse a Trump durante la televisación de los premios Tony.
«Vamos a identificar y a arrestar a la o las personas responsables», prometió el comandante de la policía de Nueva York, James O’Neill, en una rueda de prensa en la que no quiso adelantar detalles de la investigación.
«Es algo que está en desarrollo», explicó.
Medios causan «ira»
La racha comenzó el lunes con un dispositivo hallado en el buzón de la residencia en Nueva York del multimillonario George Soros, destacado donante del opositor Partido Demócrata.
En un clima político polarizado por las legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre, vistas como un referendo sobre la gestión de Trump, el mandatario reaccionó primero llamando a la unidad y condenando los «actos de violencia política», pero luego volvió a atacar a los medios de comunicación.
«Una gran parte de la ira que vemos hoy en nuestra sociedad es causada por el reporte intencionalmente falso e inexacto de los principales medios de comunicación a los que me refiero como noticias falsas», tuiteó Trump.
«Se ha vuelto tan malo y odioso que está más allá de toda descripción. Los medios tradicionales deben poner sus asuntos en orden».
En un mitin electoral en Wisconsin, el miércoles, señaló: «Los medios de comunicación también tienen la responsabilidad de establecer un tono de civilidad y cesar las hostilidades sin fin y los ataques e historias negativas constantes, y muchas veces falsas».
Críticos de Trump consideran que con su lema «Make America Great Again» (Que Estados Unidos sea grande otra vez) el mandatario alienta a extremistas de derecha. El mandatario, muy cuestionado recientemente por respaldar a un legislador que había atacado a un periodista, suele denunciar a la prensa crítica de su gestión como «noticias falsas» y ha hecho duros comentarios sobre los destinatarios de las presuntas bombas.
Todos los paquetes fueron enviados en sobres de manila con interior de plástico con burbujas, etiquetas de dirección impresas en computadora y seis sellos con la bandera estadounidense.
El remitente es el mismo: la legisladora por Florida Debbie Wasserman Schultz, expresidente del Comité Nacional Demócrata, cuyo nombre fue escrito con errores, dijo el FBI.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, estimó el jueves que detrás de estos paquetes hay un atacante en serie y dijo que se trata de «terrorismo».
El ex director de la CIA John Brennan, destinatario de uno de lo paquetes, enviado el miércoles a la CNN, arremetió contra Trump por atacar a los medios de comunicación.
«Deje de culpar a los demás. Mírese en el espejo. Su retórica inflamatoria, insultos, mentiras y estímulo a la violencia física son vergonzosos», tuiteó.
«Despreciable»
El jueves, la Casa Blanca salió a defender al presidente de acusaciones de que no estaba tomando en serio los intentos de atentado.
«Condenamos la violencia en todas sus formas. Este es un acto despreciable y ciertamente algo que nunca debería ocurrir en Estados Unidos», dijo la secretaria de prensa Sarah Sanders a Fox News.
Los líderes demócratas en el Congreso, el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, acusaron el miércoles a Trump de condonar «la violencia física y dividir a los estadounidenses».
El FBI urgió a la población a presentar cualquier información que crea pertinente, mientras la policía transmite imágenes de videos de vigilancia que pueden ayudar a identificar a los mensajeros que entregaron los paquetes.