Esta nueva tarjeta de identificación fue implementada por el gobierno de Nicolás Maduro en Diciembre de 2016 con el apoyo del gobierno chino, para implementarla como un mecanismo de control hacia los ciudadanos.
La relación con el país chino comenzó el pasado abril del 2008 cuando el entonces presidente Hugo Chávez Frías envió una delegación venezolana, perteneciente al Ministerio de Justicia para ese entonces, a conocer “El Programa Nacional de Documentos de China” en el centro de tecnología chino de Shenzhen, según un reportaje de la agencia Reuters.
Cuando llegaron a la sede de telecomunicaciones de ZTE Corp, la delegación notó que las tarjetas podían hacer más que identificar al portador.
La compañía ayudaba a Pekín a desarrollar un sistema que le permitiese al gobierno identificar los comportamientos políticos, económicos y sociales de los ciudadanos.
“Cambió todo, temíamos que un sistema como ese pudiese llevar a cometer abuso contra la privacidad de las personas en Venezuela, tenían el control de todo lo que pasaba” afirmó Anthony Daquin, miembro de la delegación venezolana.
En 2009, un año después del viaje a China, Daquin le expresó sus preocupaciones sobre el proyecto a Vladimir Padrino, para la época un general del Ejército Nacional. El 12 de noviembre de ese año, Daquin fue detenido y presuntamente extorsionado por agentes de inteligencia, lo cuales lo acusaron con una pistola en la boca, tildándolo de “traidor”, amenazando a su hija y a su esposa.
Él y su familia huyeron al día siguiente del ataque hacia Estados Unidos, donde ahora trabaja como asesor de seguridad de la información.
Solo diez años después, el gobierno que sustituyó a Hugo Chávez, desarrolló una nueva tarjeta de identificación que se conoce hoy como “El Carnet de la Patria”, la cual le provee a los ciudadanos beneficios alimentarios, suplementos médicos y acceso a los programas sociales de gobierno.
ZTE se instaló en Venezuela dentro de una “unidad especial” de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (Cantv), según declaraciones hechas por cuatro empleados actuales y anteriores de la compañía. La compañía le vendió a Cantv los servidores y la base de datos para desarrollar el pago móvil en Venezuela, según Su Qingfeng, jefe de la unidad de Venezuela de ZTE.
La empresa se sitúa en Caracas con más de 100 empleados, convirtiéndose en el socio clave del gobierno realizando muchos proyectos que antes eran responsabilidad de Cantv. Según el reportaje, ZTE ayudó al gobierno de Venezuela a crear seis centros de respuesta, las cuales monitorean las principales ciudades del país, desarrollando “la vigilancia por video de todo el país”, comentaron actuales y anteriores empleados del instituto.
Asimismo, ZTE fue la compañía que realizó los códigos de QR, los cuales tuvieron un costo de 3 dólares, relacionándolo con Soltein una compañía que se localiza en México, los cuales ayudaron a diseñar la plataforma en línea para el rastreo de los paquetes alimenticios que se distribuyen en Venezuela.
Qingfeng añadió que la compañía no ha quebrantado ninguna ley china o venezolana, además no tiene ninguna prueba de que el gobierno de Venezuela esté recopilando o utilizando información de los ciudadanos venezolanos que poseen el carnet dela patria.
Esta empresa se le acusado anteriormente por tener tratos con gobiernos autoritarios, la misma pagó 1.000 millones de dólares al Departamento de Comercio de Estados Unidos por haber enviado equipos a Irán y Corea del Norte, vulnerando las leyes de Estados Unidos y leyes de exportación.
Algunos expertos legales estadounidenses indicaron que esta puede ser la fuerza de la permanencia del gobierno en el país.
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