El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió este jueves las medidas que anunció esta semana para acallar las protestas de los “chalecos amarillos” y opinó que ningún país avanza si no responde al descontento de sus ciudadanos.
“Ningún país avanza si no escucha también esa parte de cólera legítima de los pueblos”, dijo Macron a su llegada a la cumbre comunitaria en Bruselas y explicó que el descontento es algo que se ha puesto de manifiesto en toda la Unión Europea (UE), con el aumento del voto a los partidos extremistas y el “brexit”.
Señaló que las medidas que el Ejecutivo francés tiene previsto aplicar son una respuesta “legítima e importante para Francia” y precisó que no obstaculizarán los esfuerzos presupuestarios, en particular sobre el control del gasto ni las reformas del Estado.
El pasado lunes Macron anunció, entre otras iniciativas, la subida de cien euros del salario mínimo (ahora de 1.498 euros brutos), la congelación del alza de las cotizaciones para los jubilados con pensiones inferiores a los 2.000 euros, la exclusión de tributación de las horas extra y la petición a las empresas para que paguen a sus empleados una prima especial de fin de año, no sujeta a impuestos.
El movimiento de los “chalecos amarillos” -nombre que toman por el color de la prenda reflectante que llevan, obligatoria en los vehículos- surgió de forma espontánea para protestar por el alza de las tasas al carburante y después amplió sus críticas al encarecimiento del coste de vida