El comisario jubilado de la antigua Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) Oswaldo Ramos Oviedo se quitó la vida.
“Fue por su orgullo y personalidad de comando que decidió hacer su voluntad”, informó su hijo, Tomás Hamlet Ramos Beaumont, quien desmintió la versión difundida por algunos medios en la que se aseguraba que el funcionario se quitó la vida para “salvar a su esposa”
Ramos Beaumont afirmó que su padre, uno de los fundadores de la Disip, que fue hallado sin vida en el baño de su residencia en El Carrizal, estado Miranda, fue un distinguido comisario con varios honores dentro del cuerpo policial y que su decisión fue producto de un cúmulo de diagnósticos médicos y su delicado estado de salud.
En el texto enviado a varios medios, el hijo del funcionario explica que, aproximadamente hace 15 días, su padre presentó una crisis de asma y fue trasladado a un centro médico en Los Teques, donde le realizaron una radiografía y los médicos se percataron de que tenía problemas graves en los pulmones y el corazón.
“Él no podía respirar bien, por lo que lo llevamos para que lo atendiera un médico y tras examinarlo nos dijo que tenía el corazón aumentado, los pulmones llenos de líquido, la próstata inflamada y un quiste en un riñón. Nos manifestaron que teníamos que ingresarlo a un hospital y lo llevamos al Pérez Carreño. Estuvo ocho días hospitalizado y nos enteramos que tenía cáncer de próstata e infección en los pulmones. Tenía cuatro días sin querer comer, luego no los llevamos para la casa, porque lo dieron de alta”, aclaró Tomás Hamlet.
Fue la madrugada del 25 de diciembre cuando el Comisario General, luego de presentar un fuerte dolor, decidió quitarse la vida de un disparo a la altura del pecho. Su hijo recordó que Ramos Oviedo fue un “perseguido político” del oficialismo. “No se dejó convencer del ideal comunista y de la apertura a células guerrilleras en el país que fomentaran el crimen organizado como política de Estado… Por resistirse, le abrieron expedientes por hechos heroicos como la masacre de Yumare”, indicó.
“Es cierta la enfermedad de mi mamá, quien tiene ya 10 años luchando contra el cáncer. No conseguimos los medicamentos en el país; mi mamá ha sobrevivido gracias a la ayuda de muchos excompañeros de trabajo y amigos que están fuera de Venezuela, y así ha podido continuar la lucha. Pero en lo absoluto mi papá hizo lo que hizo por depresión ni por lo de mi mamá. Fue por su orgullo y personalidad de comando que decidió hacer su voluntad y descansar de la vida”, declaró.
El joven pidió que su padre sea recordado como “un hombre honesto e impecable en su trabajo”.
Con información de El Pitazo