El secretario general de la OEA, Luis Almagro, y los expresidentes de Bolivia, Jorge Quiroga, y de Costa Rica, Laura Chinchilla, llamaron este martes a México a «repensar» su posición de neutralidad sobre la crisis en Venezuela.
Los tres políticos participaron en una charla en el primer Oslo Forum para América Latina, que se realiza en Ciudad de México, en el que la crisis de Venezuela, con fuerte escasez, hiperinflación y protestas cotidianas contra el gobierno de Nicolás Maduro, fue un tema central, reseñó AFP.
«Llamamos a México: hermano mayor, súbase al barco, reconozca como presidente a (Juan) Guaidó y ayude a luchar por la democracia en Venezuela», dijo Quiroga luego de señalar que la «neutralidad» mexicana ante el caso «grotesco» de Venezuela puede tener efectos de contagio en países como Bolivia y Nicaragua.
Luego de que los tres últimos presidentes mexicanos fueron duros críticos del gobierno de Venezuela, desde que asumió el izquierdista Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre pasado, México adoptó una posición de no intervención que busca convocar al diálogo.
Luis Almagro señaló que esta nueva postura no resultó sorpresiva para la OEA, aunque se reservó de opinar de manera directa. «México va a rectificar o va a ratificar. México andará su camino sobre este tema y queda mal en un sentido o en el otro», dijo.
Pero más adelante, en términos generales, dijo que la única opción de diálogo que queda, camino que respalda México, es subrayar la necesidad de elecciones libres. «Lo único que hay que hacer es convencer a una dictadura usurpadora (…) de que se acople a las condiciones para tener elecciones libres y permitir, dejar a la ciudadanía decidir», dijo.
«Si somos permisivos (…) con una dictadura, un gobierno ilegítimo (…), el futuro de este continente no va a ser muy bueno porque si todos los pueden copiar (…) verdaderamente nuestros países se van a despeñar», añadió.
Laura Chichilla lamentó de su lado que México, al que también describió como el «hermano mayor» de la región, mantenga un «alejamiento» de los problemas latinoamericanos y señaló que tanto para Venezuela como Nicaragua, donde se vive también una creciente crisis política, el diálogo difícilmente puede seguir siendo la opción.
«Que tengan cuidado en el diálogo (los nicaragüenses). Si nos vemos en el espejo de Venezuela y no están las garantías sobre la mesa, sino están los actores que puedan representar a la sociedad civil que es la que puso los muertos, que es la que ha sufrido (…), ese diálogo terminará siendo una componenda» que favorezca a gobiernos autoritarios.
A diferencia de numerosos países, incluidos latinoamericanos, Guaidó ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela mientras que México mantiene sus relaciones plenas con Maduro.
El Universal. AFP