Reponer la mercancía luce cuesta arriba. Empresas, comercios y distribuidoras sufren las consecuencias de los apagones que iniciaron el pasado 7 de marzo y que persisten en el país. Entre pérdidas de materiales y reducción de las jornadas laborales transcurren los días en un sector privado que ve afectada sus actividades.
Así lo advirtió el economista Leonardo Vera a Efecto Cocuyo. Luego de finalizado el mes de marzo, advierte que cada empresa debe realizar un balance de daños para evaluar la sostenibilidad de las operaciones.
“Tienen (el sector privado) que tomar la decisión sobre si podrán mantener el negocio con las ventas realizadas y con el mismo número de trabajadores. Muchos tendrán que tomar medidas”, dijo vía telefónica el profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Simultáneamente las ventas del sector privado también se redujeron. Gran parte debido al colapso del sistema de pago ocasionado por los megaapagones y la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos.
Ello también impactó en el desaceleramiento de la inflación, cuyo porcentaje de aumento se ubicó en 53,7% el pasado mes de febrero, según la AN.
Sin embargo, dependiendo del tipo de producto que elaboran, los apagones pueden ser más o menos dañinos para las empresas.
“Si se dedican a la producción o venta de productos perecederos, los apagones pueden tener un efecto muy importante en la merma de inventario”, precisa Vera. Reponer esa mercancía, en muchos casos, resulta complicado por falta de fondos disponibles. Es decir, las pérdidas son mayores que los ingresos.
“Frente a un escenario donde están bajando las ventas e ingresos, tienen que despedir trabajadores”, expresa el economista.
Se abren las puertas de la dolarización
Si bien las transacciones en divisas son notorias en Venezuela desde el año pasado, se afianzaron durante el último mes. Esto debido a dos razones, explicó Vera:
1. Los bolívares pierden poder de compra rápidamente por la hiperinflación. Frente al aumento de los precios, también el dinero en efectivo luce reducido para cancelar los altos montos de los productos. “El esquema monetario actual ya no cumple con sus funciones de medio de pago”.
2. Las fallas en los mecanismos de pago, como los puntos de venta o las transferencias electrónicas, genera que muchos deban recurrir a otras herramientas. En este escenario las divisas ganan terreno. “El dólar permite hacer operaciones con efectividad”.
Toda clase de productos pueden adquirirse en el país con dólares. Desde chupetas hasta servicios de peluquería. Y las transacciones, ya sean en efectivo o con tarjetas bancarias internacionales, se aprecian en locales comerciales.
“Es una situación muy compleja. La presión de la hiperinflación y el descalabro de los medios electrónicos de pago están haciendo que aumenten las transacciones en dólares”, concluyó Vera.
Efecto Cocuyo