La directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval, pidió este lunes, 8 de abril, a los gobiernos de los territorios del área que protejan a los niños y adolescentes no acompañados e indocumentados que huyen de la crisis de Venezuela.
“Unicef se siente alentado por los esfuerzos de los gobiernos para buscar soluciones regionales a los desafíos planteados por la migración a gran escala”, dijo Perceval en Barbados, sede de la oficina de Unicef para el Caribe Oriental.
Señaló que a medida que continúa la crisis en Venezuela se incrementa el número de inmigrantes, razón por la que los servicios de protección, salud y educación en los países de acogida y de tránsito están sufriendo una presión adicional.
Recordó que según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) casi 3,4 millones de venezolanos han abandonado el país para buscar seguridad o una mejor vida en el extranjero, lo que significa que un elevado número de niños y adolescentes se ven afectados por el proceso migratorio.
Dijo que Trinidad y Tobago es el país de la Comunidad del Caribe (Caricom) más afectado por la afluencia de venezolanos indocumentados, lo que ha provocado que el Gobierno local trate de cuantificar el número de personas llegadas de ese país desde el inicio de la crisis, que medios de comunicación locales sitúan en cerca de 40.000.
El ministro de Salud de Trinidad y Tobago, Terrence Deyalsingh, señaló este lunes sobre el asunto que el Gobierno de su país ha implementado una política destinada a brindar servicios médicos a los venezolanos.
Gracias a ello, los venezolanos residentes en Trinidad y Tobago podrán recibir tratamiento gratuito en los centros de salud de accidentes y emergencias.
“Esa es la política gubernamental establecida para hacer frente a las preocupaciones de salud de los venezolanos y todos los emigrantes”, agregó Deyalsingh.
Según Unicef, en la región niños y las familias desarraigados se enfrentan al desafío de regularizar su estatus migratorio, lo que puede afectarles en la obtención de servicios como el de atención sanitaria.
Los países de acogida que carecen de políticas claras de migración ponen a los niños en mayor riesgo de discriminación, separación familiar, xenofobia y violencia, según Unicef.
Perceval dijo que las normas de derechos humanos exigen que los estados permitan la entrada y el registro de niños como condición previa para llevar a cabo los procedimientos iniciales de protección.
“Incluso cuando no están acompañados y no tienen documentación oficial, los menores deben ser dirigidos de inmediato a personal especializado que puede evaluar sus necesidades de protección”, indicó Perceval.
EFECTO COCUYO.