El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este martes una resolución que reconoce al venezolano Gustavo Tarre como representante permanente «designado» por el Parlamento de Venezuela, presidido por el líder opositor, Juan Guaidó.
La resolución, que rebaja el tono de lo que se pretendía aprobar, recibió el aval de 18 de los 34 miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962); mientras que nueve naciones votaron en contra, seis se abstuvieron y una de las misiones estuvo ausente.
En un principio, la iniciativa buscaba reconocer a un enviado de Guaidó como embajador del Estado de Venezuela, pero la resolución incluyó a última hora una enmienda de Jamaica y acabó simplemente reconociendo a Tarre como representante de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), presidida por Guaidó.
En concreto, el texto resuelve «aceptar el nombramiento del señor Gustavo Tarre como representante permanente designado de la Asamblea Nacional, hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un Gobierno democráticamente electo».
Justo antes de que se aprobara la resolución, el embajador de México, Jorge Lomonaco, tomó la palabra para preguntar por su significado: «¿Cómo va a funcionar esto?, ¿va a haber dos sillas?»
Lomonaco cuestionó la capacidad del Consejo Permanente de la OEA para reconocer a un enviado del Legislativo como embajador ante el organismo, puesto que los representantes siempre son nombrados por el Ejecutivo.
«Me pregunto si esto sentará un precedente para que el Poder Judicial mexicano o el poder Legislativo mexicano envíen representantes a la OEA, además del poder Ejecutivo. O dado que somos una federación, los 32 estados que conforman la federación», argumentó Lomonaco, cuyo Gobierno ha abogado por el diálogo para superar la crisis venezolana.
Varios países, incluidos México, Uruguay y El Salvador, pidieron que se agregara una nota a pie de página en la resolución para dejar claro que ellos no obedecerán esa decisión.
Una fuente diplomática dijo a Efe que la aprobación de la resolución supone un «quilombo» porque no se sabe cuáles serán sus consecuencias y si, finalmente, Tarre acabará sentándose en la silla de Venezuela, que sigue ocupada por diplomáticos fieles al gobernante venezolano, Nicolás Maduro.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa, el embajador de EE.UU. ante la OEA, Carlos Trujillo, consideró que no hay lugar para la ambigüedad y que la resolución claramente reconoce a Tarre como embajador de Venezuela.
El siguiente paso en este proceso se producirá cuando los diplomáticos de la OEA fieles a Maduro se retiren el 27 de abril del organismo, consumando la salida que había iniciado su Gobierno hace dos años.
Mientras tanto, Tarre podría presentar al secretario general de la OEA, Luis Almagro, sus cartas credenciales, lo que le facultaría para ejercer de embajador. EFE