Clínico Universitario se mantiene en las manos de la UCV

El Hospital Clínico Universitario (HCU) continuará formando parte de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y siendo sede de la Escuela de Medicina Luis Razetti, así lo informó la junta interventora de este centro de salud y el Consejo de Facultades de la casa de estudio.

A inicios del mes de julio el Ministerio de Salud envió a la Facultad de Medicina de la UCV el “Decreto de Reglamento General del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Caracas”, en el que se pretendía desligar al nosocomio de esta alma mater.

Esta situación causó que el pasado lunes médicos, empleados y estudiantes protestaran en la entrada del hospital para pedir que dicho decreto fuera rechazado pues el mismo viola la autonomía de la universidad y además pone en riesgo las prácticas que allí se realizan.

Entre otras cosas, los estudiantes se encontraban alarmados porque corrían el riesgo de no poder seguir realizando sus prácticas, además de que el servicio que se le brinda a los pacientes seguiría deteriorándose.

“En vez de darle prioridad a un reglamento que no tiene ningún sentido y viola todos los tratados, lo que hay que hacer es dotar al hospital de insumos para garantizar la atención de pacientes y educación de los estudiantes”, denunció Mario Mejías, consejero de la Facultad de Medicina de la UCV.

Earle Siso, director del hospital y presidente de la junta interventora que fue designada a principios de 2019, señaló que “nunca hubo una intención de sacar a los estudiantes de allí. Fue un papel de trabajo consensuado con la universidad, cómo vamos los que nos formamos en universidades autónomas a acabar con eso. Los estudiantes seguirán haciendo los estudios”.

Sobre la situación del centro de salud, el director indicó que “hay que hacer una inversión para recuperar la estructura del Hospital, pero pese a eso no se ha dejado de atender, si hay equipos y si hay insumos”.

Por su parte Emigdio Balda, decano de la Facultad de Medicina de la UCV, realizó una breve descripción de el estado en el que se encuentra el centro hospitalario.

“El agua llega hasta el piso 5, hay un solo ascensor, hay serias fallas en imagenología, hay escasez de insumos. La inversión que hay que hacer aquí es multimillonaria”, alertó el doctor.

Según Balda la nueva estructura que se intentaba implementar pone en riesgo la docencia e investigación de pre y posgrado, creando incertidumbre en el desarrollo y funciones de los departamentos clínicos y cátedras de servicios”.

Alarma a los estudiantes

A pesar de la deserción estudiantil que azota a la Universidad Central de Venezuela, en la escuela Luis Razetti hacen vida aproximadamente 1700 estudiantes de distintas especialidades en el área de medicina y unos 300 en lo que se refiere a enfermería.

El Consejero universitario de la Facultad de Medicina (FM), Vicente Signorile, alertó que “sacarnos del HUC va a tener como consecuencia una crisis de médicos, no solo en este, sino en todos los hospitales. Debemos tener una práctica en campo para poder convertirnos en médicos”.

La crisis económica y la falta de inversión ha afectado las prácticas que allí se realizan, la escasez de insumos y la falta de mantenimiento en algunos de los equipos dificulta la calidad de servicio que se ofrece a los pacientes.

“En vez de darle prioridad a un reglamento que no tiene ningún sentido y viola todos los tratados, lo que hay que hacer es dotar al hospital de insumos para garantizar la atención de pacientes y educación de los estudiantes”, denunció Mario Mejías, Consejero universitario de la FM.

InIervención

El 14 de enero de 2019 la vicepresidenta de la República designada por Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, anunció que el doctor Earle Siso pasaría a ser el nuevo presidente del HCU y además de la Junta Interventora que finalizó sus labores este mes de julio.

Siso en el pasado fungió como director de salud de Distrito Capital y de otros centros hospitalarios, el Hospital Militar y el Hospital de Niños José Manuel de los Ríos.

Esta decisión se produjo luego de que un apagón de más de 12 horas en este nosocomio colapsara los diferentes servicios dejándolo operativo en un 25% y “causara la muerte de dos personas”, según Mauro Zambrano, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud).

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