Las comunidades indígenas de Ecuador que suman ya ocho días encabezando las protestas contra el gobierno de Lenin Moreno mantienen la toma de la calle. Los manifestantes, que de momento rechazan una negociación, han optado por una estrategia de desgaste permanente. Este viernes volvieron a marchar a la Asamblea Nacional después de que se unieran a la movilización los grupos llegados de la región amazónica. En las proximidades del Parlamento se registraron nuevos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que intentaron dispersar a los opositores con gases lacrimógenos.
Ya lo había advertido el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Jaime Vargas, al descartar el jueves el diálogo ofrecido por el Gobierno, «La tarea es ir a la lucha, renovar fuerzas y sostener los bloqueos de vías y las tomas de gobernaciones y edificios públicos», manifestó a través de un comunicado de la organización. La advertencia fue clara: «Esto no para hasta que el FMI salga del Ecuador»..