Cuando el alto el fuego se torne permanente, EE.UU. levantará las sanciones contra Turquía, aseguró el vicepresidente Pence.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, ha declarado este jueves que Washington y Ankara han alcanzado un acuerdo para decretar un alto el fuego en Siria por espacio de 120 horas (cinco días), según lo anunció ante la prensa al término de su reunión con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la capital turca.
«La parte turca pausará la operación ‘Fuente de paz’ para permitir la retirada de las fuerzas de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) de la zona segura durante 120 horas», dijo Pence en la conferencia de prensa. El vicepresidente norteamericano especificó que las milicias kurdosirias del YPG serán retiradas de una franja de 32 kilómetros de ancho en la frontera entre Turquía y Siria.
Además, Pence prometió que durante este alto el fuego su país no impondrá más sanciones a Turquía y que EE.UU. retirará las restricciones impuestas recientemente, cuando el alto el fuego se vuelva permanente. Pence también ha asegurado que la Administración estadounidense está en contacto con las fuerzas de defensa sirias para facilitarles una retirada de la zona de seguridad establecida.
Según el alto funcionario estadounidense, Turquía también ha acordado no llevar a cabo ninguna acción militar en contra de la comunidad de Kobani. Agregó asimismo que habrá esfuerzos para coordinar las instalaciones de detención y la atención a la población desplazada.
Poco antes de la declaración de Pence, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un tuit en que valoró como «grandes noticias» los avances que se habían producido durante la reunión entre la delegación norteamericana y el líder turco.
El lunes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la introducción de sanciones contra los ministerios completos de Defensa y de Energía y Recursos Naturales de Turquía. También ha resultado sancionado el ministerio del Interior. Las medidas restrictivas unilaterales de EE.UU. se tomaron en respuesta a la operación militar de Ankara dirigida contra los kurdos en el noreste de Siria.