Exigiendo tener «la última palabra» sobre el Brexit, decenas de miles de manifestantes procedentes de los cuatro rincones del Reino Unido reclamaron el sábado en el centro de Londres un segundo referéndum como único modo de resolver la crisis. La marcha, convocada por la organización People’s Vote llegó por la tarde frente al Parlamento británico, donde los diputados debatían en una sesión extraordinaria el nuevo pacto cerrado entre Londres y Bruselas el pasado jueves.
Bajo un sol radiante, los manifestantes partieron del céntrico Hyde Park tras una pancarta que decía «Juntos por tener la última palabra». «¿Qué queremos? ¡El voto popular! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ya!», gritaba una multitud de todas las edades que había llegado a la capital a bordo de 170 autocares para la ocasión.
«Hicimos una gran tontería» en el referéndum de 2016, cuando los británicos decidieron salir de la UE por 52% de los votos, lamentaba Suzanne O’Hallorin, una jubilada de 64 años. «Creo que sabemos mucho más hoy que en el momento de aquel referéndum» y «tenemos que votar ahora que conocemos las consecuencias de abandonar la Unión Europea», agregaba esta manifestante, que llevaba puesto un gorro con los colores de la bandera europea.
Exigiendo tener «la última palabra» sobre el Brexit, decenas de miles de manifestantes procedentes de los cuatro rincones del Reino Unido reclamaron el sábado en el centro de Londres un segundo referéndum como único modo de resolver la crisis. La marcha, convocada por la organización People’s Vote llegó por la tarde frente al Parlamento británico, donde los diputados debatían en una sesión extraordinaria el nuevo pacto cerrado entre Londres y Bruselas el pasado jueves.
Bajo un sol radiante, los manifestantes partieron del céntrico Hyde Park tras una pancarta que decía «Juntos por tener la última palabra». «¿Qué queremos? ¡El voto popular! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ya!», gritaba una multitud de todas las edades que había llegado a la capital a bordo de 170 autocares para la ocasión.
«Hicimos una gran tontería» en el referéndum de 2016, cuando los británicos decidieron salir de la UE por 52% de los votos, lamentaba Suzanne O’Hallorin, una jubilada de 64 años. «Creo que sabemos mucho más hoy que en el momento de aquel referéndum» y «tenemos que votar ahora que conocemos las consecuencias de abandonar la Unión Europea», agregaba esta manifestante, que llevaba puesto un gorro con los colores de la bandera europea.