Los cabos han comenzado a atarse en las últimas horas y empieza a estar claro que las primeras conclusiones sobre el crimen que ha conmocionado a los británicos fueron precipitadas. La información proporcionada por muchos vecinos de la región central de Vietnam sugiere que la mayoría de los 39 cadáveres hallados en el interior de un camión en la madrugada del pasado miércoles eran de esa nacionalidad, y no chinos, como se dijo. Este sábado, el Gobierno de Vietnam ha dado instrucciones a su embajada en Londres para que apoye a la Policía británica en las tareas de identificación de las víctimas, según ha declarado el Ministerio de Exteriores en un comunicado. La policía de Essex (el Reino Unido) ya anunció que iba a ser una de las investigaciones más complejas y largas a la que este departamento se había enfrentado nunca.
La alerta se desató al conocerse el mensaje de texto que una mujer, Pham Thi Tra My, de 26 años, envió a su madre a través del móvil el martes por la noche, poco antes de que el camión llegara al polígono industrial en el que fue hallado después de medianoche. Su familia ha explicado que había pagado 35.000 euros para viajar al Reino Unido a través de China. Comenzaron a sospechar que podría ser uno de los cuerpos descubiertos en el camión de Grays, en el condado de Essex, al revisar el mensaje. “Lo siento, mamá. No he tenido éxito en mi viaje. Te quiero mucho. Me estoy muriendo porque no puedo respirar”, escribió la mujer. No ha habido más mensajes de la mujer desde entonces.