El peor asesino en serie de Australia, Ivan Milat, responsable de matar a siete mochileros entre 1989 y 1993, murió este domingo a los 74 años en el centro correccional de Long Bay, ubicado en el estado australiano de Nueva Gales del Sur.
En mayo de este año, al preso le diagnosticaron cáncer de esófago y de estómago y le dieron tres meses de vida. Desde entonces, Milat había estado ingresado bajo vigilancia en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Prince of Wales. Es martes, el hombre fue devuelto a prisión, después de que los médicos anunciaran que su muerte era inminente.
El ministro de Nueva Gales del Sur para combatir el terrorismo y las correccionales, Anthony Roberts, alegó que Milat no había mostrado remordimiento por sus crímenes, por lo cual no merecía piedad a la hora de morir, informan medios locales.
«Fue sentenciado a morir en la cárcel e iba a morir en la cárcel. No iba a hacer que él ocupara una cama de un hospital público. Tanto el comisionado como yo teníamos esa opinión», anunció Roberts esta mañana.
Milat estuvo en prisión desde su arresto en 1994 por secuestrar, violar, disparar y apuñalar a tres víctimas alemanas, dos británicas y dos australianas, cuyos restos fueron encontrados en el Bosque Estatal de Belanglo, a una hora en coche al norte de la ciudad de Goulburn.
Fue condenado en 1996 y recibió siete cadenas perpetuas consecutivas, pero los agentes siempre sospecharon que el número de asesinatos podría ser mucho mayor: seis víctimas más, cuyos cuerpos nunca fueron encontrados.
A pesar de que su culpa fue demostrada, Milat siempre se declaró inocente de los crímenes.