Una mujer de 56 años murió durante una fiesta de revelación de sexo en Knoxville (Iowa, EE.UU.) el pasado 26 de octubre por la explosión descontrolada de un artefacto casero destinado a disparar polvo de colores, según reportes policiales.
Pamela Kreimeyer, abuela del futuro bebé, perdió la vida al instante cuando un trozo de metal salió disparado de ese dispositivo que debía revelar el sexo del feto que está por nacer e impactó contra su cabeza, a pesar de que se encontraba a 14 metros del lugar donde estalló.
La futura madre y otros miembros de la familia habían experimentado con diferentes materiales explosivos para grabar un anuncio colorido que pudieran publicar en las redes sociales, pero el proceso salio mal y el artefacto propagó centenares de esquirlas metálicas.
Esta «esposa, madre y abuela» falleció «golpeada por una pieza de metal» en un incidente en el que «estuvieron involucrados un soporte de metal, pólvora y polvo de colores» en «lo que iba a ser un encuentro feliz en el que no había intención de que nadie resultara herido», detalló el alguacil Jason Sandholdt.