El mayor centro pediátrico de Caracas solo recibe el vital líquido un día a la semana; de resto el servicio es abastecido, irregularmente, con cisternas, con las que no se garantiza un suministro adecuado. Todas las áreas del establecimiento consumen el equivalente a una cisterna de 10.000 litros cada 45 minutos
La plena operatividad del Hospital de Niños José Manuel de los Ríos depende de 32 cisternas diariamente. Las constantes fallas en el suministro de agua han llegado a un punto que hace insostenible el trabajo en varios departamentos y, casi a diario, obliga a la suspensión de servicios. La denuncia fue realizada por trabajadores y familiares de pacientes del centro de salud pediátrico, que por sus dimensiones y capacidad instalada es el más importante de Caracas y la región central.
Vietnam Vera, pediatra e intensivista del hospital J.M. de los Ríos, relató que esta carencia es uno de los problemas que desde hace más de un año se han denunciado, sin que se haya recibido una respuesta para mantener la atención mínima a cientos de niños, que permanecen internados o asisten a la consulta externa. “Los problemas del agua, como casi todos los problemas del hospital han seguido. Lo que se ha resuelto hasta ahorita, después de años de protesta, es poco. La situación en este, como en todos los hospitales del país, cada vez es peor. El sistema de electricidad se mantiene por el suministro directo que viene de la calle y por una planta que está instalada parcialmente”, expuso.
El médico, quien acompañó la protesta en apoyo al paro nacional de 24 horas convocado por el gremio de enfermería, hizo un recuento de las deficiencias que afectan el correcto funcionamiento del centro asistencial, como la irregular dotación de medicinas e insumos.
“Los problemas de suministro de antibióticos continúan, también los problemas de servicios de rayos X, tomografía y resonancia. Todo funciona parcialmente, conforme se agotan los recursos. En laboratorios pasamos un fin de semana sin poder realizar hematología completa, sin tiempos de coagulación. A todo esto le sumamos la grave crisis por los bajos salarios”, enumeró.
Cada 45 minutos
El especialista explicó que para mantener ininterrumpidamente el funcionamiento de todo el hospital se requiere una cisterna, con capacidad de 10.000 litros, por hora. No obstante, en los días en los que se agotan las reservas de agua por la prolongada escasez, apenas llegan seis camiones. “Hay un suministro irregular, el abastecimiento tiene que ser continuo. Una cisterna puede durar, en promedio, 45 minutos, si acaso una hora, en un centro hospitalario de estas dimensiones. Necesitamos es que de una vez se resuelvan los problemas y que no se sigan poniendo pañitos de agua tibia”, instó.
Riesgo de muerte
Nelly Pineda, madre de un niño que acude desde hace cinco años al centro pediátrico, ratificó lo afirmado por el médico y añadió que la situación, que se ha extendido progresivamente desde el inicio de la crisis en el año 2016, tiene en riesgo de muerte a los pacientes. “Esta cuenta nadie la lleva, pero cuántos niños se mueren diariamente por falta de insumos o por las fallas del hospital. Nos están matando a nuestros niños, esto no es un asunto individual, así como yo hay muchas madres. Llevo 5 años en esta situación y nadie da soluciones. Mi hijo tiene 9 años y pesa 13 kilos, no hay comida, ni agua, ni atención”, lamentó.
Trabajadores y representantes de los pacientes coincidieron en que, por las condiciones del hospital, se debe activar un plan que atienda las deficiencias, no como una contingencia, sino como una emergencia, que permita la urgente rehabilitación de los departamentos, priorizados por el grado de inoperatividad.
Apoyo a los enfermeros
Sueldos insuficientes, condiciones laborales deplorables y crisis hospitalaria fueron las denuncias que llevaron a los enfermeros, pacientes y civiles a manifestarse frente al Hospital J.M de los Ríos este miércoles 30 de octubre.
La protesta formó parte del paro de 24 horas al que llamaron los profesionales de la salud y a la cual se apegaron al menos 10.000 enfermeros en 20 estados del país. “No tenemos zapatos, no tenemos uniformes, en el hospital no hay agua, no hay insumos… El personal que está es por vocación”, denunció una de las enfermeras que se congregaron a las afueras del hospital.
Señaló que en la noche del martes solo ocho enfermeras hicieron guardia en emergencia. Permanecieron en el puesto sin descansar durante 12 horas.
El personal asegura que en su día a día no cuentan con los implementos necesarios para poder asistir a los pacientes. Informaron que han llevado esta lucha durante los últimos ocho años, sin obtener respuesta a pesar de que cada vez se hace más cuesta arriba. “Los hospitales están contaminados, no tienen los insumos necesarios para realizar todo lo que tiene que ver con asepsia y antisepsia. No se garantizan las mínimas medidas de bioseguridad que, inclusive, son estándares internacionales”, denunció Mabel Castillo, extrabajadora del Hospital Pérez Carreño.
Jesús Barreto A./El Pitazo