Comerciantes aseguran que en las calles del casco central de Guarenas hay más informales que los que fueron reubicados. Vendedores de cigarrillos, combos de aliños, fósforos, cambures en carretillas, chupetas, dulces caseros, alimentos no perecederos y dinero en efectivo, colman la calle Comercio, desde el CC Candelaria Plaza hasta la Bomba Monzón
249 pequeños comerciantes que se mantuvieron por más de 20 años en las calles del centro de Guarenas ya cumplieron un año de haber sido reubicados en un terreno donde, inicialmente se construiría un mercado municipal, obra que nunca se ejecutó. Hoy, este espacio que no cuenta con electricidad, ni agua potable, ni drenajes, los alberga mientras las calles se volvieron a llenar de vendedores.
En septiembre de 2018, la alcaldía del municipio Plaza ordenó el desalojo de los comerciantes informales que quedaban en las calles del casco central de Guarenas y anunció su reubicación en los terrenos cercanos a la estación de servicios Monzón.
En este espacio, permaneció una valla desde el año 2015 que anunciaba la construcción de un mercado municipal a través de Corpomiranda. Sin embargo, en el lugar sólo se levantó la losa del piso en concreto.
«Nos sacaron de la calle para meternos aquí y dejarnos aquí tirados, como si fuéramos cochinos. Nosotros aquí no hemos tenido apoyo de la alcaldía para nada, sólo hemos contado con Fundaguarenas, para algunas cosas, no para las grandes soluciones que deben venir de la alcaldía», manifestaron los integrantes del comité de seguridad de la feria de buhoneros, quienes pidieron no revelar sus nombres.
Bolsas plásticas, lonas y trozos de pancartas o avisos publicitarios forman parte de los techos de cada puesto.
Cuando llueve, los pisos se inundan. No hay drenajes o alcantarillas. El espacio tampoco cuenta con electricidad formal de Corpoelec. Ellos mismos hicieron sus conexiones eléctricas porque aseguran que Corpoelec lleva un año dándoles largas, por presuntamente falta de material.
«Cuando llueve aquí hay que andar con un barco. Nos toca sacra agua. Hay vendedores que han hecho sus canales con dinero de su bolsillo para que el agua medio corra y no inundarse o exponerse a que se le dale la mercancía», revelaron.
Agregaron: «ya tenemos un año aquí. Nos sacaron de las calles con la promesa de dignificarnos y cada día estamos peor. Hacemos un llamado al alcalde Luis Figueroa para que se aboque y nos tienda la mano ante tantas necesidades que tenemos aquí».
La parte trasera y lateral es un barranco que se ha ido erosionado y que tiene varios árboles con las raíces al aire. «Si cae un palo de agua de esos fuertes ese barranco se viene y la pared y quien sabe donde iremos a parar», detallan.
Los propios comerciantes se organizaron e improvisaron un baño de uso público tanto para hombres como para mujeres.
“Ahora si hay más vendedores en calles”
Desde antes de ser desalojados de las calles y como producto de la crisis económica que atraviesa Venezuela desde el año 2016, cuando no se habían impuesto sanciones contra funcionarios venezolanos, las calles de Guarenas comenzaron a llenarse de vendedores informales ambulantes.
Personas sin mesas ni toldos y que caminan varias cuadras, venden en la calle cigarrillos, combos de aliños, fósforos, yesqueros, cambures en carretillas, dulces caseros, chupetas, alimentos no perecederos mayoritariamente de los empaques que vienen en las cajas Clap, así como dinero en efectivo, entre otros productos.
«Ellos también son vendedores informales, también están en las calles y representan inseguridad, se ven feas las calles y están a la vista de todo el mundo. Son más de 200 personas. ¿Por qué a ellos no los sacan de la calle también?», se preguntan los afectados.
Formas de pago…
La crisis económica y la falta de efectivo han llevado a los comerciantes a recurrir a métodos poco tradicionales de pago para vender su mercancía. Menos de la mitad de los puestos cuentan con puntos de venta.
Letreros en los que se lee «si hay pago móvil» o «aceptamos transferencias» se observan en todos los pasillos. Unos optan por el trueque de productos.
«Yo vendo productos de limpieza y acepto comida. Hace rato vinieron a comprar y le dije a la persona que me trajera un kilo de carne, me lo trajo y concretamos la compra-venta», explicó una de las comerciantes que integran el comité de seguridad.
Sin seguridad
El principal problema que afecta a los comerciantes en este mercado es la inseguridad. Piden presencia policial permanente; sin embargo, no han contado con el apoyo de ninguno de los cuerpos policiales que hacen vida en la ciudad de Guarenas.
Los propios vendedores compraron dos reflectores para alumbrar el mercado en horas de la noche, pero por la falta de electricidad formal no han podido instalarlos.
Los pequeños comerciantes quieren mejorar los techos. Piden a la alcaldía de Plaza apoyo para ejecutar un proyecto para que les provean de lonas de color amarillo, azul y rojo, para mantener techos uniformes por pasillos, con los colores de la bandera venezolana.
Lidk Rodelo