LA PAZ. El gobierno de Bolivia dijo que la OEA comenzó el jueves una auditoría a los cuestionados resultados de las elecciones del 20 de octubre, que dieron la victoria al presidente Evo Morales, pero la oposición rechazó la revisión de un recuento que considera fraudulento.
El líder opositor Carlos Mesa expresó su desconfianza con los términos del acuerdo anunciado el miércoles por el gobierno con la OEA, así como en las autoridades electorales bolivianas, en una jornada donde las calles del país han estado menos agitadas que en días anteriores.
La negativa de la oposición se produjo luego que el canciller, Diego Pary, celebrara que el expresidente Mesa, el más cercano rival de Morales en los comicios, “haya aceptado que se realice esta auditoría y que haya aceptado también los resultados que se vaya obtener” de la revisión.
En la semana, Mesa había condicionado su participación en la auditoría a que el gobierno desconociera los resultados que le daban la victoria. Morales sostiene que ganó limpiamente.
Los opositores “están divididos, unos dicen fuera Evo, otros dicen nuevas elecciones, otros dicen segunda vuelta”, dijo Morales desde un acto en Oruro, al suroeste del país, transmitido por la televisión oficial.
Los que “dicen fuera Evo, es golpe de Estado. Y estamos enfrentando ese golpe de Estado, pero yo estoy seguro, hermanas y hermanos, con el apoyo de ustedes, con el apoyo del pueblo boliviano, vamos a derrotar a los golpistas”, agregó.
Por su parte, Pary sostuvo que el informe resultante de la revisión de la votación que haga la OEA será “vinculante” o de obligatorio cumplimiento para las partes.
Pero horas después, Mesa, de 66 años y que gobernó Bolivia del 2003 al 2005, dijo que “no aceptamos la auditoría en los actuales términos, pactados unilateralmente”.