El bofe, el hueso rojo, las patas de pollo y otras vísceras se han convertido en una alternativa de compra para los venezolanos, que han disminuido o dejado de consumir las principales proteínas de origen animal, como el pollo y la carne, por sus altos costos.
“Si haces un recorrido por los puestos en los mercados podrás ver las bolsas de llenas de puro hueso y con eso, es que muchos hacen la sopa. Cómo serán los venezolanos del mañana con una alimentación tan pobre”, expresó Isabel Estrada, consumidora.
Actualmente, el costo de estos alimentos en los mercados populares oscilan entre los 5.000 y 30.000 bolívares el kilo y según carniceros estos son los primeros productos que se venden. “Mucha gente no puede comprarse un kilo de bistec y se ayudan mucho con la compra de vísceras. Hay gente que sí desayuna no almuerza y sí almuerza no cena”, afirmó José Urquía, carnicero.
Asimismo, según encuestados el consumo de sardinas y verduras es otra de las opciones más económicas a las que recurre la gente.