Arawato se constituyó sin mayores expectativas.
La intención de sus integrantes siempre fue experimentar y compartir música sin la presión de publicarla inmediatamente, de allí que las nominaciones de la banda al Grammy Latino los sorprendió.
La banda, que nació a mediados de 2014, está integrada por Rodrigo Gonsalves, vocalista de Viniloversus; Luis Jiménez, cantante de Los Mesoneros, y por el productor musical Carlos Imperatori. Tiene dos nominaciones a la gala que se celebrará el 14 de noviembre en el MGM Grand Arena. Una es al Mejor Álbum Rock por Arawato, en la que compiten con Una razón para seguir (A.N.I.M.A.L), Basado en hechos reales (Carajo), MTV Unplugged: El desconecte (Molotov) y Monte sagrado (Draco Rosa). La otra es en la categoría de Mejor Canción con «Nirvana#, en la que también estás postulados los temas «Conectar», de Rodrigo Crespo; «Godzilla», de Leiva; «Punta Cana», de El Cuarteto De Nos, y «Verdades afiladas», de Andrés Calamaro.
Tanto Viniloversus como Los Mesoneros postularon sus proyectos para la edición 20 del Grammy Latino. Sin embargo, para su sorpresa, quedó nominada la banda a la que dedican menos tiempo. «Arawato se creó sin ningún tipo de pretensión. No era más que diversión, un proyecto paralelo a nuestras bandas principales. Las nominaciones son un bonito halago a la musicalidad y al valor que tiene la música más allá del éxito comercial», asegura Gonsalves.
Fue Luis Jiménez, padre del vocalista de Los Mesoneros, quien presentó el trabajo de la banda a la Academia Latina de la Grabación. «Desde pequeño, él ha sido mi fan número uno. Tengo la suerte de tener un padre que admira lo que hago. En 2012, cuando nominaron a Los Mesoneros, le dije que solamente postulara a las categorías rock y no a las generales, porque son muy competitivas. No me escuchó y presentó temas en siete categorías. Quedamos en cuatro, desde entonces ya no se le cuestiona nada», recuerda el cantante.
Estar nominada, pese a no ser una banda comercial que publica sencillos constantemente, representa un reconocimiento importante en la carrera de la agrupación. «Siempre hemos tenido una mentalidad bastante punk-rock, de ser antiestablishment y no seguir unas reglas de lo que debería hacer un artista para tener éxito», comenta Gonsalves. «Lo que hace especial a Arawato es que no buscamos esto, sino que sucedió por la autenticidad del proyecto. Estamos agradecidos con la Academia por reconocerlo», agrega.
Este tipo de reconocimientos, asegura Imperatori, motiva a la banda a continuar con el proyecto, pero sin cambiar su dinámica de trabajo: publicar nuevo material cuando lo considere adecuado. «Es difícil poner tu música en el mercado y que la gente sepa que existes entre una inmensa variedad de artistas. Los Grammy Latinos son una gran plataforma de publicidad y nos hace pensar en darle a Arawato el trato que se merece», dice.
Rodrigo, Carlos y Luis ya tienen sus boletos de avión y reservaciones de hotel para asistir a la premiación que se celebrará en Las Vegas. Aunque no quieren hacerse muchas expectativas, mantienen la ilusión de regresar a casa con un gramófono. «Comprendemos que competimos con artistas de alto nivel. Nos gustaría llevarnos ese Grammy y, por supuesto, dedicárselo a toda Venezuela y a la escena musical venezolana, porque somos producto de ella», comenta el vocalista de Viniloversus.
Pase lo que pase, los músicos esperan verse, celebrar y disfrutar la experiencia. El hecho de estar nominados representa un triunfo en la carrera de la banda. «Si ganamos estaría bien, si no, estoy tranquilo porque se cumplió la misión de que el proyecto llegará hasta allí por sí solo», asegura Imperatori.
Los artistas consideran que cuando se trata de música no existe manera de medir si un trabajo es mejor que otro, porque la música es subjetiva. «Estar nominados debería ser premio suficiente, pero si ya estamos sentados en la mesa vamos a tratar de jugar el mejor póker posible», asegura Gonsalves.
La banda se formó hace cinco años en Caracas, pero no se ha presentado en vivo. «Nació así, espontáneamente. Tocar, improvisar ideas y dejar grabado todo era lo que hacíamos. Poco a poco fuimos armando un listado de canciones», recuerda Imperatori.
El nombre de la agrupación surgió de una broma sobre la banda británica Gorillaz que los llevó a utilizar el nombre del simio venezolano araguato, pero sustituyendo la g por una w en alusión al uso del teclado Wurlitzer.
En 2015 la banda publicó su primer tema, «La apertura». Le siguieron «Estocolmo», «Caníbal», «Nirvana» y un bonus track titulado «Irresponsable», todos incluidos en el disco Arawato.
Los integrantes de Arawato aseguran que lo que hace mágico al proyecto es la dinámica de trabajo. Creen que el tiempo que se toman para publicar nuevo material le da integridad y autenticidad a la banda. «Todo siempre saldrá a su ritmo, todos tenemos muchos proyectos que atender, pero lo que hemos logrado demuestra que marcamos una diferencia», asegura Jiménez.