Mercurio ofrecerá un inusual espectáculo celeste el lunes próximo, cuando desfile frente al Sol y a la vista de casi todo el mundo.
El planeta más pequeño del sistema solar y el más cercano a nuestra estrella parecerá el lunes un pequeño punto negro cuando pase justo entre la Tierra y el Sol.
El evento durará más de cinco horas y será visible, con el equipo adecuado y si lo permiten las condiciones climáticas, en la zona este de Estados Unidos, Canadá, México, Centroamérica y Sudamérica. El resto de Norteamérica, Europa y África podrán ver parte de la acción. Asia y Australia se perderán el espectáculo.
A diferencia de su tránsito en 2016, en esta ocasión Mercurio dará en el blanco, pasando prácticamente justo por el centro de nuestra estrella.
El próximo tránsito de Mercurio será hasta 2032 y los habitantes de Norteamérica no podrán volver a verlo sino hasta 2049. Los terrícolas sólo gozan de 13 a 14 tránsitos de Mercurio en un siglo.
Para el espectáculo del lunes se necesitará protección ocular especial: se recomiendan telescopios o binoculares con filtro solar. Las gafas que se usaron en Estados Unidos para ver el eclipse solar total de hace dos años pueden usarse de nuevo, pero con ellas se necesitaría tener una “visión excepcional” para detectar al minúsculo Mercurio, dijo Alex Young, astrofísico solar de la NASA.
Aunque Mercurio tiene un diámetro de 4.800 kilómetros (3.000 millas), no son nada comparados con los 1,4 millones de kilómetros (864.000 millas) del Sol.
Aunque la travesía parezca lenta, Mercurio pasará frente al Sol a una velocidad aproximada de 241.000 kilómetros por hora (150.000 millas por hora).