Aquello era el otoño de 1989 y las calles del este de Alemania, primero en Leipzig, pero también en Berlín y en Dresde, eran un hervidero de protestas que asfixiaban al régimen socialista. El 9 de noviembre de aquel otoño, un error de comunicación en una conferencia de prensa de un jerarca de la RDA acabaría por tumbar el muro de Berlín, dando paso a la histórica reunificación, uno de los mayores logros de la historia de Europa. De eso hace justo ahora 30 años y Alemania lo celebra.