La canciller Karen Longaric denunció este viernes que funcionarios vinculados con la embajada venezolana en La Paz estaban «atentando contra la seguridad interna» de su país
El gobierno interino boliviano anunció este viernes la ruptura de relaciones con el ejecutivo de Nicolás Maduro, al denunciar que funcionarios vinculados con la embajada de Venezuela en La Paz estaban «atentando contra la seguridad interna» en Bolivia, destacó un despacho de la agencia Efe.
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, declaró a los medios en La Paz que al haberse producido un cambio de gobierno en el país, el actual ejecutivo será «consecuente» con los principios democráticos, de respeto a los derechos humanos y la carta democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Por supuesto que se va a romper relaciones con el gobierno de Maduro», afirmó la diplomática. «Nosotros reconocemos una Venezuela democrática, con mayor razón ahora que hemos constatado que venezolanos vinculados a la Embajada de Venezuela han incurrido en actos reñidos con la ley y estaban atentando contra la seguridad interna de Bolivia», agregó.
Longaric también anunció que, con base en las pruebas que le pasará el Ministerio de Gobierno sobre estos hechos, la Cancillería boliviana «le dará el plazo correspondiente a todo el personal de la Embajada de Venezuela para que abandonen el país por haberse involucrado en asuntos internos del Estado».
La ministra interina explicó que, con base en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, esta figura se da «cuando el Estado anfitrión o receptor encuentra que estos funcionarios diplomáticos han violado las normas de la diplomacia por diferentes motivos y se los declara personas no gratas».
Según Longaric, existen «pruebas contundentes» que demuestran que estos venezolanos estuvieron «involucrados en los movimientos agresivos de la semana pasada» en el país y fueron hallados en posesión de armas de fuego y uniformes, entre otros.
Evo Morales ha sido un aliado ideológico de Venezuela, nación con la que Bolivia mantiene lazos históricos y de cooperación iniciados por el fallecido Hugo Chávez y que se mantienen con Maduro.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha calificado de «golpe de Estado» la renuncia de Morales a la presidencia boliviana y ha rechazado lo que consideró como una «autoproclamación» de parte de la senadora opositora Jeanine Áñez para asumir la Presidencia interina del país.
Áñez ejerce de forma interina desde el pasado martes tras la salida del país el día anterior de Evo Morales, en condición de asilado en México, tras renunciar a la Presidencia en medio de una grave crisis política y social en Bolivia.
Líos con la justicia
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, advirtió este viernes al exmandatario Evo Morales que tiene cuentas pendientes con la justicia si regresa al país, por un supuesto delito electoral y presuntos caos de corrupción de su gobierno.
Áñez, quien asumió la presidencia el pasado martes tras la renuncia de Morales, dijo en una comparecencia con medios internacionales en La Paz que su Ejecutivo provisional no busca «venganza» ni tiene «intenciones revanchistas», sino cambiar el rumbo de un país que caminaba hacia «un Estado totalitario».
Fuera de la Alba
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, confirmó este viernes que se decidió la salida del país de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y se analiza también el retiro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). «Ya no somos parte del tratado del Alba. Estamos analizando la desvinculación del tratado de Unasur», dijo Longaric, en una rueda de prensa en La Paz, junto a la ministra interina de Comunicación, Roxana Lizárraga.
La canciller interina dijo que ante las declaraciones del «excanciller (Diego) Pary y de otros miembros del Movimiento al Socialismo (MAS) durante una reunión del Alba en Nicaragua», el gobierno interino «ha desvinculado a Bolivia» del tratado Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.