Al menos 21 personas murieron, incluidos dos menores, durante una incursión múltiple en el territorio de Beni, noreste de la República Democrática del Congo (RDC), perpetrada por presuntos rebeldes ugandeses de la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
Los ataques, según confirmó a Efe este miércoles el presidente de la sociedad civil de Beni, tuvieron lugar en la noche de ayer tanto en la localidad de Oicha como en la de Boikene.
«Ayer por la noche, alrededor de las siete de la tarde, militantes de las ADF irrumpieron en Boikene, donde mataron a siete civiles, mientras que en Oisha fueron encontrados otros catorce cuerpos esta mañana», detalló Angelus Kavuthirwaki por teléfono.
«Algunas personas mencionan a dos soldados borrachos de las Fuerzas Armadas congoleñas (Fardc) que comenzaron a disparar al aire», añade el representante de la sociedad civil, «pero curiosamente, después de unos 45 minutos, se oyeron fuertes disparos y esta mañana nos enteramos de los siete muertos».
El portavoz de las Fardc, Mak Hazukay, por su parte, confirmó a Efe la incursión nocturna de miembros de las ADF, a los que aseguran haber expulsado de varias de sus bases.
«Se encuentran en desbandada y huyendo de (zonas próximas a) la población civil ya que la mayoría de sus bases han sido tomadas», describió el comandante Hazukay sin dar una cifra concreta.
Ante este último brote de violencia, numerosos jóvenes han tomado las calles, cansados de los repetidos ataques que grupos rebeldes cometen en la provincia nororiental de Kivu del Norte, sobre todo, en el territorio de Beni, fronterizo con Uganda.
A finales de octubre, el Ejército congoleño lanzó una nueva ofensiva contra las ADF y otros grupos rebeldes, fortalecidos pese a la presencia de la Misión de Paz de la ONU en el país (Monusco).