Para seguir con la tradición ampliamente instaurada de comprarle los estrenos al menos a los hijos para navidad y Año Nuevo, los padres tendrán que invertir más de 4 millones de bolívares.
Además de la cena navideña, el Niño Jesús, el intercambio de regalos con la familia y otras tradiciones, la compra de ropa y calzado se suma a la lista de fin de año, pero pocos podrán con todo.
En la Hoyada, se consigue gran variedad en ropa para niñas. Blusas desde 120.000 bolívares, vestidos en 200.000 bolívares y pantalones en 300.000 bolívares. Mientras que para los niños hay menos variedad, mayormente hay conjuntos de pantalón tipo deportivo y suéter desde 400.000 bolívares, franelas en 190.000 bolívares y pantalones en 300.000 bolívares.
En las zapaterías del centro de Caracas se consigue calzado de niño en varios modelos: casuales en 689.999 bolívares; semi deportivos con figuras de superhéroes, 499.999; los deportivos con luces se acercan al millón de bolívares.
Para las niñas, la oferta va desde sandalias a 700.000 bolívares, zapatillas desde 268.000 bolívares hasta semi deportivos de muñequitos y princesas en 499.999 bolívares. Al igual que en el caso de los niños, el calzado deportivo se acercan al millón de bolívares, con la diferencia que estos vienen en colores brillantes y patentes.
Más hacia el este
En el bulevar de Sabana Grande pueden encontrarse pantalones para niños en 450.000 bolívares; los tipo jogger, en 420.000 bolívares. Las camisas pueden costar 350.000 bolívares y las franelas en 220.000 bolívares. En algunos establecimientos tienen monos de niño en 260.000 bolívares y las franelas en 160.000 bolívares.
Para las niñas los comercios de la zona ofrecen conjuntos de camisa y legguins en 280.000 bolívares y vestidos desde 200.000 bolívares.
Más adelante, a la altura de Chacaíto los precios aumentan aún más. Un pantalón de niña se encuentra hasta en 570.000 bolívares, las blusas en 400.000 bolívares. Los pantalones de niño pueden alcanzar los 700.000 bolívares y las camisas los 600.000 bolívares.
En la mayoría de los establecimientos indican los precios directamente en divisas con la opción a cancelar en bolívares de acuerdo con la tasa que manejen al momento de la compra. Algunos de ellos ofrecen los pantalones de niña en 15 y 20 dólares, las blusas en 10 dólares, los vestidos en 15 dólares. Para los niños, los pantalones están en 20 dólares y las camisas en 8 y 10 dólares.
El calzado para ambos rondan los 30 dólares y en algunos establecimientos tienen ofertas de 2 pares por 50 dólares.
Preocupación
Ante los elevados precios de la ropa y calzado para los pequeños de la casa, los padres se confiesan preocupados. No saben cómo cubrirán el costo los estrenos en su totalidad.
“Esta situación es de locos”, expresó Kelly Martínez, madre de dos niños de cinco y dos años de edad.
“Yo no sé cómo voy a hacer este diciembre con todos los gastos que se me vienen. El Niño Jesús, la ropa, los zapatos. Las utilidades se me van a volver nada”, dijo Martínez al preguntarle si le comprará estrenos a sus hijos.
Hay casos en los que los padres aprovechan esta época para reponer la ropa que sus hijos dejaron durante el año motivado a su desarrollo.
“Todos los años mi costumbre era aprovechar mis utilidades para comprarle a mis hijos la ropa para todo el año, al menos con los mayores fue así”. Así lo dijo Antonio Marcano, con 3 hijos, una hembra de 18 años de edad y dos varones uno de 20 y otro de 8.
Marcano manifestó que se siente indignado por no poder cubrir el costo de los estrenos de su hijo menor. “No puede ser que ni con el sueldo de un mes le pueda comprar algo de ropa a mi hijo. Al menos en mi caso, que lo que cobro es sueldo mínimo, es así”.
Otros padres por su parte escogen una ruta distinta en la búsqueda de una solución a su dilema. “Todo está demasiado caro y el dinero no me alcanza. Si mi hija estrena no come. Aunque no quisiera que fuera así, lamentablemente no va a poder estrenar este año, se le comprará lo que se pueda”, dijo Arianna Rivero, visiblemente conmovida por la situación.
Baja en las ventas
Los comerciantes reportaron un importante descenso en las ventas de la temporada de este año en comparación con los anteriores.
”Viene gente a comprar pero no como antes”, expresó una comerciante que prefirió no revelar su identidad.
Añadió que actualmente puede hacer de 6 a 10 ventas en en los días buenos. “El año pasado para estas fechas vendía más de 20 piezas. Hay días en los que uno se va sin vender nada”.
Explicó que desde su perspectiva “lo que influye en nuestra situación es la inflación, pero antes que todo tenemos que buscar de Dios, eso es lo primordial”. Añadió: “En nuestro caso que somos fabricantes, el precio de las telas lo suben cada vez que vamos a comprar”.
Sandra Gutiérrez, con cinco años en la comercialización de ropa, aseguró que el crecimiento de su tienda se mantiene a pesar de la crisis. Considera que “antes las ventas eran mayores porque la ropa era más económica. Actualmente uno puede hacer aunque sea dos ventas diarias”.
“Para el venezolano es igual de importante comprar ropa que comida. Sobre todo las mujeres que tienen su costumbre de arreglarse, independientemente de cual sea la situación, son muy coquetas. No será la misma calidad de antes, en fin, uno está ahí y se mantiene”, expresó Gutiérrez.