Cobraron en promedio un poco más de 450.000 bolívares y, según Carlos Julio Rivera, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados, no se metieron las primas económicas, como bono nocturno, antigüedad, transporte. Dijo que tampoco se tomó en cuenta el escalafón
No cesan las molestias de los jubilados y pensionados. El pago de los aguinaldos ahora arrima una queja pa’l mingo, como dicen popularmente. A principios de noviembre les cancelaron un mes, de los cuatro prometidos, pero –según los afectados– no tomaron en cuenta el salario integral, los beneficios establecidos en contratación colectiva y las tablas anunciadas por el gobierno nacional.
Los jubilados cobraron en promedio un poco más de 450.000 bolívares y, según Carlos Julio Rivera, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados, no se metieron las primas, como bono nocturno, antigüedad y transporte. Tampoco se tomó en cuenta el escalafón. “El actual director de Recursos Humano del IVSS, Ulises Rojas, no respetó esos beneficios y lesionó el pago de las utilidades”, denunció.
Todavía les adeudan cuatro meses, para lo cual no hay fecha. Ya han ido a la Vicepresidencia y al Seguro Social. “Esto es grave lo que está pasando. El mismo Maduro, que se llama el presidente obrero, dijo que el salario mínimo era medio petro, 900.000 bolívares, y lo que está cancelando son 150.000. Sobre ese monto es que calcularon dos meses de aguinaldos. Él mismo está violando la ley. Por eso seguiremos en protesta permanente”.
Los pensionados y jubilados, pese a que desde el jueves les están cancelando el mes y eso los mantenía en las colas de los bancos, se reunieron en la esquina de Altagracia, al frente del Seguro Social, para recordar a las autoridades que el pago de sus utilidades “fue chimbo”.
Un contingente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se hizo presente, como de costumbre. Pero, a decir de Pablo Zambrano, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Salud, en esta oportunidad se prestaron como mediadores y fueron a buscar representantes de la Vicepresidencia y del Seguro Social para que conocieran los reclamos.
“El problema no es solo de los jubilados del Seguro Social, pues a esta fecha ya todos los trabajadores de la administración pública deberían haber cobrado como mínimo 75 % de su bonificación de fin de año, y eso no ha pasado. Más bien lo que cancelaron a principios de mes fue chucuto, cuando las direcciones de Recursos Humanos pasaron todas sus notificaciones, pero hubo una orden del alto gobierno que paralizó los pagos”, señaló Zambrano.
Evidentemente, dijo, hubo una violación de un derecho constitucional y, ahora, con el dólar pasando los 35.000 bolívares, cualquier cosa que les cancelen se pulveriza.
“Debo decir, además, que para Maduro ahora el dólar sí es bonito, pero el cálculo de los beneficios contractuales se hacen malos. Es una política salvaje en contra del trabajador. Acabó con el salario y con las convenciones colectivas. Ahora nos han dicho que van a hacer una revisión de todo. Esperemos que sea pronto, para que la inflación no termine de comerse los ingresos de los jubilados, pensionados y activos”, añadió.
Lídice en crisis
Zambrano aprovechó para denunciar la grave situación del Psiquiátrico de Lídice: “Lo quieren cerrar, cuando el mismo Estado fue el que lo abandonó. Desde el 2 de octubre de 2018 no envían partida presupuestaria a los directores de hospitales, y por eso están que se caen a pedazos, sin agua y sin luz, como está en estos momentos el oncológico Luis Razetti de Cotiza”.
“La salud ha tenido ministros malos, pero el peor ha sido Carlos Alvarado”, sentenció el dirigente gremial, mientras los jubilados y pensionados seguían preguntándose qué van a comprar con ese dinero: harina, huevos o medicinas.
Por lo menos, eso fue lo que hizo Rafael Eduardo Contreras. Gastó lo poco que compró en queso, huevos, mantequilla, harina y aguacate: “Con un sueldo de 126 bolívares crié a mis hijos, ahora gano 150.000 y no me alcanza para comer”.
Mabel Sarmiento/Crónica.Uno