De acuerdo con informaciones de un periodista de la AFP, decenas de jóvenes salieron a protestas nuevamente en el metro de Santiago. Usaban uniformes colegiales y trapos en la cara para no ser reconocidos. Abrieron las puertas de los andenes para que los usuarios entraran sin pagar.
Luego, los manifestantes treparon a los torniquetes al grito de «¡evadir, no pagar otra: forma de luchar!» y volvieron a ingresar a otro tren.
En la estación Irarrázaval, en el barrio residencial de Ñuñoa (este de Santiago), jóvenes encapuchados intentaron ingresar a patadas y golpeando con palos, pero no lograron romper las puertas de entrada, según medios locales.