El domingo 24 de noviembre, el último de los dos elevadores operativo dejó de funcionar. Desde entonces, trabajadores, pacientes y familiares deben subir a pie los 13 pisos que conforman el edificio
Ni de subida, ni de bajada. Desde el pasado domingo 24 de noviembre, pacientes, familiares y personal de salud del hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, localizado al oeste de Caracas, se han visto obligados a usar las escaleras debido a la avería de los dos ascensores que estaban operativos.
En promedio, más de 250 escalones deben subir y bajar a diario los usuarios o visitantes del centro de salud, que posee 85.000 metros cuadrados de construcción, distribuidos en 13 pisos.
Para los pacientes hospitalizados, la falta de elevadores supone una complicación mayor, pues dependen de los escasos camilleros disponibles para realizar los traslados entre un servicio y otro.
“Entre varios familiares bajamos y subimos a mi hijo porque los trabajadores están ocupados en otras cosas. A veces nos ayudan, pero esto no debería estar pasando”, reclamó Mireya Sierra, madre de un paciente recluido por una fractura en una pierna.
Sin quirófanos
Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, ratificó la denuncia y enfatizó los riesgos que supone para los internados. “Ya son más de dos semanas sin ascensores y sin ningún tipo de respuesta por parte de la dirección. Pacientes y trabajadores suben y bajan desde los pisos altos corriendo el riesgo de caerse, de pisar mal o de causar un accidente”, alertó.
Contreras denunció que, aparte de la falla en los ascensores, hace un mes cerraron los quirófanos por un desperfecto en el sistema de aires acondicionados y el progresivo el colapso de las camas.
No obstante, casi 30 % de la población que se atiende en el hospital usa la Unidad de Cuidados Intensivos y el área Quirúrgica, ubicadas en los pisos 6 y 7, respectivamente. “Más de 1.000 personas están expuestas a esta situación. Esto compromete la operatividad porque el personal no se da abasto para realizar una actividad adicional, que amerita uso de la fuerza y tiempo”, añadió.
Colapso total
La gremialista reveló que la ausencia de un plan para minimizar las consecuencias de la eventualidad condujo a otros problemas. Esto se evidenció el viernes 6 de diciembre, cuando amanecieron tres cadáveres en uno de los baños del piso 1.
De acuerdo con la información que empleados enviaron a Contreras, los cuerpos no pudieron ser llevados a la morgue del hospital, como correspondía, por el déficit de personal. Pues, pese a la sobrecarga de trabajo, la directiva no ordenó la habilitación de un nuevo turno o gestionó la cooperación de funcionarios de otras dependencias. “Los trabajadores hacen hasta donde se puede, con las herramientas que hay disponibles. Se ha debido implementar un plan para que el personal no se agote y la privación de ascensores no afecte hasta ese punto la operatividad de los servicios. Esto es un colapso continuado”, advirtió.
El Pérez Carreño es una dependencia del Ministerio de Salud, a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Es referencia nacional en traumatología, por lo que muchos de sus pacientes presentan problemas de movilidad y la falta de elevadores agrega una dificultad para la población que allí se atiende.
En su edificación, una de las más grandes construidas en territorio venezolano, se realizaron los primeros trasplantes de corazón y de córnea de Venezuela.