La policía prohibió las reuniones públicas en algunas partes de Nueva Delhi y otras ciudades de la India por tercer día el viernes, y cortó los servicios de internet para tratar de frenar unas protestas cada vez más grandes que han dejado 14 muertos y más de 4.000 detenidos.
Miles de manifestantes se colocaron en la escalinata de la Jama Masijd, una de las mezquitas más grandes de la India, después de las oraciones vespertinas del viernes. Ondearon banderas indias y gritaron frases contra el gobierno y contra una ley de ciudadanía, la cual los críticos sostienen que marginaliza a los musulmanes y amenaza la democracia secular del país en favor de un Estado hinduista.