Totalmente militarizado esta el Hospital Dr José Gregorio Hernandez de Puerto Ayacucho, estado Amazonas, 24 horas después del enfrentamiento entre efectivos de la Guardia Nacional y presuntos guerrilleros en las cercanías de la comunidad indígena de Provincial, municipio Atures. En la morgue del centro de salud permanecen cinco cadáveres como resultado del enfrentamiento.
Hasta el momento, ni las autoridades gubernamentales ni las militares han informado sobre la identidad de los hombres a quienes se les asocia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin embargo, extraoficialmente se conoció que tres tenían nacionalidad venezolana y los otros dos, colombiana. El acceso a la prensa está totalmente restringido.
Fuentes internas indicaron que funcionarios de la Guardia Nacional (GN) y de la séptima Brigada Fluvial Fronteriza mantienen vigilancia permanente en todo el eje norte, donde ocurrió el enfrentamiento pasada la una de la tarde del domingo, 22 de diciembre, y en el que también tres efectivos de las FANB resultaron con heridas de bala: ellos son el teniente coronel Yurioscar Quiroz así como los efectivos de tropa Merwin Maestre Torres y César Utriz Gómez.
La balacera entre los funcionarios y los presuntos irregulares produjo el cierre de la entrada a Puerto Ayacucho entre las diez de la mañana y pasada la una de la tarde. El parte oficial reseñó que el hecho se registró en medio de una revisión de rutina ordenada por el jefe del Comando de Zona 63, general de brigada Eliézer Orangel Pereira Burgos.
Este no es el primer suceso de este tipo que se registra en Amazonas. El exgobernador de esa entidad, Liborio Guarulla, recordó el domingo que en noviembre de 2018 hubo un evento similar en la comunidad indígena Picatonal, que esté situada a unos siete kilómetros de la capital de este estado, tras el arresto de Luis Felipe Ortega Bernal, alias «Garganta», de nacionalidad colombiana; señalado como jefe del ELN en esa zona.
Cuando se realizó ese procedimiento, «Garganta» tenía una cédula de identidad venezolana que le daba el nombre de Gabriel Alfonso Ariza Suárez. En esa oportunidad, al menos cuatro guardias nacionales fueron asesinados y otros diez resultaron con heridas de armas de fuego.