Aunque se ha registrado mayor afluencia en los dos principales terminales de Caracas, los vendedores consideran que no se compara con el movimiento de pasajeros de años anteriores
Las puertas del Terminal Antonio José de Sucre, mejor conocido como Terminal de Oriente, permanecen abiertas las 24 horas del día para aquellos que prefieren pagar precios más económicos por un boleto de autobús hacia el oriente del país, aunque eso implique permanecer una noche entera en la sala de espera.
El Sistema Integral de Transporte Superficial S. A. (Sitssa) solo cuenta con cinco autobuses que cubren las rutas Cumaná-Casanay, Cariaco-Carúpano, Punta de Mata-Maturín, Anaco-El Tigre y Puerto la Cruz. La poca cantidad de unidades y los precios de los pasajes, que varían entre 44.710 y 145.129 bolívares, lleva a los usuarios a tener que dejar sus datos el día anterior en una lista que maneja un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y estar presentes durante los llamados en la madrugada para evitar perder el puesto.
“Tengo que venir a pernoctar, no porque yo quiera, sino porque no tengo quien me traiga a las 4:00 de la mañana para estar aquí cuando el guardia pase la lista. No hay de otra”, lamentó Stefanny Gutiérrez mientras pedía información sobre un pasaje para Cumaná.
Los autobuses salen a sus destinos todos los días entre 7:00 am y 8:30 am, a excepción del carro que se dirige a Puerto La Cruz, que trabaja martes, jueves y sábado. Mientras tanto, los usuarios se mantienen sentados encima de sus propias maletas. Algunos comen, otros intentan dormir.
El resto de las líneas que operan en el Terminal de Oriente ofrecen precios más elevados, pero menos horas de espera. Los pasajes más costosos son para Santa Elena de Uairén (477.000 bolívares), Tumeremo (210.000 bolívares), El Callao (203.000 bolívares) y San Félix (180.000 bolívares).
La disminución de autobuses por falta de repuestos se evidencia. Los vendedores aseguraron que trabajan con máximo tres vehículos diarios, porque el resto están en estacionamientos. “Tengo al menos dos horas esperando que nos avisen si van a mandar una camioneta para Maturín y por eso estamos haciendo cola, pero no nos dicen nada y de paso nos tratan mal”, aseguró una usuaria a un equipo periodístico del portal Crónica.Uno.
Más personas que unidades
Aunque se ha registrado mayor afluencia en el Terminal La Bandera, los vendedores consideran que no se compara con años anteriores en los que había más movimiento de caraqueños que querían salir al interior de país.
Para Jesús López, trabajador de una línea directa a San Cristóbal, las ventas han mejorado desde el pasado 16 de diciembre. Apuntó que en temporada baja su línea de transporte solo lograba llenar un autobús, y durante la primera quincena de Navidad ha conseguido anotar cerca de 90 pasajeros para la ruta diaria. Sin embargo, detalló que muchas personas prefieren trasnocharse en vez de pagar 406.000 bolívares en su local.
Mariana Sofía García/Crónica.Uno
1,5 millones
Los directivos de los terminales de Oriente y La Bandera, William Quintana y Gilbert González, esperan que al menos 1,5 millones de personas se movilicen durante el mes de diciembre. Además, a través de sus redes sociales han afirmado que los precios que se manejan en los terminales de Caracas están ajustados a Gaceta Oficial.
“Sí hay gente, lo que no hay son unidades”, afirmó Abraham García, trabajador de la ruta hacia Valera, y agregó que en su línea funcionaban anteriormente seis autobuses y ahora solo están viajando dos por la falta de repuestos. Esta línea hacia el estado Trujillo vende el boleto a partir de las 6:00 am en 146.000 bolívares para salir a las 5:00 pm y, por lo general, al mediodía ya no quedan puestos disponibles.
En ambos terminales de Caracas se constató que las líneas no reciben moneda extranjera para la compra de pasajes. Algunos taxistas en los alrededores ofrecen paquetes especiales que pueden costar hasta 150 dólares para un grupo de cuatro personas con dos maletas a destinos como el estado Mérida.