Extremistas islámicos en motocicletas mataron a 14 miembros de las fuerzas de seguridad que escoltaban a funcionarios electorales en Níger, en el occidente de África, el primer gran ataque desde que 71 soldados fueron asesinados en una emboscada hace un par de semanas, informaron el jueves las autoridades.
El ataque fue perpetrado la noche del miércoles cerca de Sanam, que está a unos 200 kilómetros (125 millas) de la capital Niamey, según un comunicado del gobierno. Los funcionaros de la comisión nacional electoral estaban en la zona para realizar un censo antes de las elecciones del próximo año.
Las víctimas fueron siete agentes de la policía militar y siete miembros de la guardia nacional, según el comunicado.
Desde hace mucho, Níger es vulnerable al extremismo islámico porque comparte frontera con Nigeria, en donde los insurgentes de Boko Haram llevan una década perpetrando ataques.
Sin embargo, Níger cada vez está bajo mayor amenaza de los extremistas del grupo Estado Islámico del Gran Sahara, que perpetró el ataque de 2017 que mató a cuatro miembros del ejército estadounidense en Níger. Esos mismos extremistas, que están activos en la frontera entre Níger y Mali, también clamaron autoría de la masacre sin precedentes en el campamento del ejército a principios de mes que dejó a 71 muertos.
El ejército de Níger lleva años siendo entrenado tanto por fuerzas estadounidenses como francesas, pero el ataque del 10 de diciembre cerca del pueblo Inates evidenció la amenaza que todavía representan los extremistas. El presidente francés Emmanuel Macron pospuso hasta enero una reunión con el presidente de Níger y otros líderes regionales.