El nuevo presidente deberá solucionar los problemas de salud pública, construcción de carreteras y bajar los precios de los alimentos
Los electores de Guinea Bissau votan este domingo en segunda vuelta en comicios presidenciales con la esperanza de sacar al país del estancamiento político y corrupto que no supo responder a las necesidades de una de las poblaciones más pobres del mundo.
700.000 votantes de esta ex colonia portuguesa de África occidental deberán elegir entre el líder del principal partido del país, Domingos Simoes Pereira, y un disidente de esta formación, Umaro Sissoco Embalo. Ambos ocuparon el cargo de primer ministro en el pasado.
Los centros electorales, generalmente instalados en la calle, abrieron a las 7:00 am hora local en Guinea Bissau y cerraran a las 5:00pm. El primer boletín se conocerá a principios de la semana.
En los últimos cuatro años, el país ha estado en disputas entre el presidente José Mario Vaz y la principal formación del país, el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde.
Vaz, que se presentó de nuevo, logró el cuarto puesto durante la primera vuelta a finales de noviembre. «Es el día más importante. Deseamos que todo vaya bien, que todo el mundo esté tranquilo», declaró Dominique Zale, un agente de seguridad.
«Hay que votar para cambiar las cosas. El próximo presidente tendrá la misión de hacer funcionar el país», dijo Jair Fernandes Martins, estudiante de Economía de 31 años de edad. La estabilidad, indispensable para combatir males como la extrema pobreza, la corrupción y el tráfico de cocaína, es uno de los desafíos tras décadas de crisis política permanente.
70% de los de 1,8 millones de habitantes viven con menos de dos dólares al día. El futuro presidente deberá solucionar los problemas de los hospitales donde las mujeres embarazadas mueren sin ser atendidas por falta de insumos médicos. También deberá construir carreteras y bajar el precio del arroz, así lo manifestó Moutar Diallo pescador de Bissau.