Hasta ahora, el incendio y el lanzamiento de granadas ocurrido la tarde del 30 de diciembre dejó como saldo 10 reclusos muertos; sin embargo, las autoridades aún siguen en el retén para evaluar los daños y precisar la cifra de las víctimas. Decapitados, con heridas de cuchillo y extremidades quemadas ingresaron los cuerpos de losreos al hospital de Cabimas. Una guerra entre bandas, que operan en los pabellones B y C, fue el detonante del enfrentamiento que se originó en el centro; las víctimas estaban recluidas en el pabellón B. Hasta ahora los familiares siguen sin información oficial de la directiva del retén ni de las autoridades zulianas.
Aunque los parientes permanacen en la morgue, custodiada por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), las víctimas no han sido identificadas. Las vías para llegar al retén, la avenida Andrés Bello y la Intercomunal, están cerradas por efectivos de seguridad de la Guardia.
El incendio fue ocasionado por un enfrentamiento entre los reos. Además de granadas, también hubo disparos de armas largas y cuchillos, según la minuta preliminar de la Policía del Zulia, encargada de la custodia del retén.
Una Ventana a la Libertad, organización que defiende los derechos humanos de privados de libertad en cárceles venezolanas, denunció la situación a través de sus redes sociales y pidió al gobernador del Zulia, Omar Prieto, que ofrezca un balance oficial sobre la tensa situación que hay en el retén.