María Dominga Fernández resultó muerta con una bala perdida que le impactó en la frente, en el momento en que junto a sus familiares, recibía el año nuevo en la terraza de su casa, situada en la avenida principal de la Zona E, de la parroquia 23 de Enero.
La mujer de 52 años de edad cayó al suelo. Los familiares notaron que le salía sangre de la nariz y de la boca, pero nunca imaginaron que se trataba de un disparo.
“Es común que en la zona, antes y después del cañonazo, se escuchen detonaciones, tanto por arma de fuego, como por fuegos artificiales. Cuando la revisamos –ya que cayó boca abajo- notamos que tenía un orificio en la frente”, relató Carolina Fernández, familiar de la víctima.
La mujer fue llevada al Hospital Ricardo “Pepo” Baquero González, mejor conocido como Periférico de Catia, pero ya estaba muerta.
Fernánez trabajaba como costurera en su casa, era madre de cuatro hijos, dos de los cuales murieron hace seis años. La menor tiene 12 años de edad. Es la primera mujer asesinada en la Gran Caracas, en 2020.