Las últimas administraciones gubernamentales de Estados Unidos han venido haciendo uso de la violencia con aquellos que califican de “enemigos absolutos”, esto es, de los que, según ellos, deben exterminarse porque su muerte garantiza la vida para otros
La autora de origen italiano, Michela Marzano, en su texto La muerte como espectáculo, narra que, bajo el principio de lo que el liberal Isaiah Berlin llamaría la libertad negativa o el “derecho a la información”, proliferan imágenes violentas por internet y las redes sociales, donde no solo se muestra la humillación del otro, sino su singularización, su transmutación en “violencia exponencial o absoluta”. Esto la autora lo califica de “realidad-horror”.
Las últimas administraciones gubernamentales de Estados Unidos han venido haciendo uso precisamente de esta realidad-horror, con aquellos que califican de “enemigos absolutos”, esto es, de los que, según ellos, deben exterminarse porque su muerte garantiza la vida para otros (la biopolítica).
Así lo hicieron con Saddam Hussein (2006),), Osama bin Laden (2011), con Muamar Gaddafi (2011) y ahora, año 2020, comenzando la tercera década del siglo XXI, lo hacen con el general iraní Qasem Soleimani, líder de la Guardia Republicana y figura clave de la política militar de la región, especialmente en la lucha contra el monstruo creado por los mismos Estados Unidos, el Estado Islámico. En esta oportunidad han utilizado para ello la tecnología de los drones.
En todos estos casos los funcionarios de la Casa Blanca muestran ante el mundo alegría y regocijo por esos asesinatos.
Por supuesto que nada que hace el imperialismo estadounidense en el mundo se escapa a lo que acontece internamente en ese país.
El juicio político contra Donald Trump en marcha, promovido por los demócratas, y el comienzo de la campaña electoral para las elecciones presidenciales de este año, son aspectos que deben ser considerados a la hora de analizar este nuevo acto de barbarie, donde no hay respeto alguno al derecho público internacional y se acude al expediente del “más fuerte”.
El gobierno de Trump, sus asesores, están convencidos que esta acción le granjeará más apoyo interno para superar el “impeachment” y ser reelegido. Amanecerá y veremos.
Consecuencias
Por supuesto, la geopolítica vuelve a estar encima de la mesa y eso es algo que tendrá importantes implicaciones en el campo económico, político y en el futuro de la región.
En el campo de la economía una fuerte subida del precio del petróleo y de los valores considerados refugio por los inversores, como el oro, y otros activos.
En el terreno político el riesgo de confrontación directa entre EE.UU. e Irán que parecía pequeño, con esta acción puede incrementarse.
Acotemos que el conflicto entre Irán y Estados Unidos es de vieja data. Con la administración Trump han recrudecido los enfrentamientos, sobre todo porque la dignidad del pueblo y gobierno iraní no se doblegan ante el bloque en desarrollo y las amenazas de agresión militar imperialista.
El líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei advirtió que los responsables de la muerte de Soleimani «deben esperar una dura venganza». Su presidente, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región “vengarán” ese asesinato y aseguró que esta acción hará que Teherán esté “más decidido” en su resistencia contra EE.UU.
Por su parte, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EE.UU. de “acto de terrorismo internacional”.
El riesgo de represalia iraní se extiende por toda la región. Como siempre, la carta más peligrosa en oriente próximo es quién se involucre en la confrontación.
Lo total es que comenzamos con un nuevo año que se vislumbra con muchos movimientos geopolíticos y ojalá los tambores de la tercera guerra mundial, anunciados infinidades de veces, no hayan comenzado sus clarinadas, precisamente por esa zona del mundo.
RECUADRO
Realidades inocultables
La reelección presidencial de Donald Trump estará supeditada a lo que ocurra con el juicio político promovido por los demócratas. Amanecerá y veremos.
En Francia, la entrada del año 2020 ha sido de protestas y manifestaciones masivas en rechazo a la reforma de pensiones promovida por el presidente Emmanuel Macron, que busca crear un sistema universal de jubilación por puntos y aumentar a 64 años la edad para recibir este beneficio. O se negocia o las protestas marcarán el rumbo.
En Colombia se vislumbra un año donde el derecho a la vida, máxima expresión de los derechos humanos, no se ha garantizado por el gobierno de Iván Duque. Ya en lo que va de este año 2020 se han asesinado a 18 líderes sociales, activistas y excombatientes de la FARC.
En Chile, el año 2020 será de muchas movilizaciones populares y el panorama no luce muy bien para el presidente Santiago Piñera.
Por el Oriente Medio, la cosa no está muy bien y los tambores de la guerra, producto del intervencionismo del gobierno de Estados Unidos, son los que se escuchan con mucha resonancia, mientras sus pueblos rezan por la paz.
Franklin González