Una paciente identificada como Iris González, quien era conocida como “la paciente eterna” falleció a los 38 años luego de haber permanecido 32 años en el Hospital de Niños de Maracaibo.
Su fecha de ingreso a dicho Hospital fue el 22 de mayo de 1987, la niña presentó presentó diarrea y una inflamación supurativa en el oído medio.
Se mantuvo en cama durante toda su estadía debido a que presentó un trastorno que impidió su normal crecimiento. Con el pasar de los años, la enfermedad pasó a ser una encafalopatía estática, imposibilitando su crecimiento.
Iris era el mayor tesoro de los Doctores y Enfermeros del Hospital, colocaron su atención en ella los 365 días de cada año puesto que la progenitora salió en busca de comida y ropa y nunca más regreso.