El papa Francisco recibió este jueves en el Vaticano al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva luego de que este pasara poco más de año y medio en la cárcel
En una entrevista realizada el año pasado el Papa fue consultado si el era comunista, a lo que respondió con humor «Yo digo que los comunistas nos han querido robar la bandera de los pobres, la bandera de los pobres es cristiana». Además aseguró comunistas creen que todo lo bueno es del comunismo, tratando de dejar clara su posición con respecto a este tema.
Toda esta polémica surgió por su pasado cerca del peronismo y porque este movimiento político aseguraba que Bergoglio era Peronista. Así surgió el rumor de que el Papa en su juventud había militado en la agrupación peronista ortodoxa guardia de hierro. Al día de la fecha no hay evidencia certera de que esto fuese así. Sin embargo se multiplicaron los artículos que respaldan esta teoría, hablando con militantes de la época y hasta incluso con la cabeza de la organización.
Además ha recibido en la Santa Sede a políticos que son de esta tendencia y que son acusados de ser violadores de los derechos humanos claro ejemplo es que hace unos días recibió a Lula Da Silva quien había pasado poco más de año y medio en la cárcel.
Lula llegó al Vaticano hacia las 15H30 local a bordo de un automóvil con vidrios oscuros, constató un fotógrafo de AFP. La reunión duró cerca de una hora y no será divulgado un comunicado oficial por parte de la Santa Sede debido a su carácter privado.
El expresidente brasileño pidió que se aplazara el interrogatorio previsto en Brasilia para el 11 de febrero para poder viajar a Italia y al Vaticano entre el 12 y 15.
Lula espera en libertad el resultado de un recurso contra la pena por corrupción que considera ante todo una conspiración político-judicial para impedir que la izquierda vuelva al poder.
La víspera del encuentro había anunciado en twitter: «Voy a visitar al papa Francisco para agradecer no solo su solidaridad conmigo en un momento difícil, sino sobre todo su dedicación al pueblo oprimido. También quiero debatir la experiencia brasileña en el combate a la miseria».
Según la prensa brasileña, la audiencia papal fue gestionada por el presidente argentino Alberto Fernández durante su reciente visita al Vaticano a fines de enero.
Condenado a 8 años y 10 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, el exgobernante izquierdista de 74 años, fue excarcelado en noviembre gracias a una modificación de las normativas, después de haber estado preso en Curitiba (sur) durante un año y medio.
La justicia brasileña pospuso para el 19 de febrero el interrogatorio programado para el día 11 de febrero. El interrogatorio está relacionado con la «Operación Zelotes», en la cual Lula está acusado de «corrupción pasiva» como presunto partícipe en la venta de una ordenanza que prorrogó la validez de incentivos fiscales para montadoras de automóviles.
Durante los años de encarcelación del expresidente fueron organizadas numerosas manifestaciones en Italia de solidaridad para pedir su libertad y denunciar «el ataque jurídico y mediático» contra su figura.