El gobernador Jorge Luis García Carneiro anunció la semana pasada, a través de sus redes sociales, que asumió el control del espacio
Al relleno sanitario de Santa Eduvigis, en Urimare, estado La Guaira,llegan familias enteras. No solo de la región, sino también de Caracas e incluso de Valles del Tuy en Miranda para escarbar entre desechos en busca de alimentos y otros enseres, según se comprobó durante un recorrido por este espacio realizado por un equipo de prensa de eluniversal.net.
Una joven, quien prefirió omitir su identidad, contó que todo su grupo familiar trabaja allí. “Mi mamá, mi padrastro, mi esposo, mi abuela, mi hermana que está embarazada ahorita pero no viene, pero si viene constantemente a veces y mis abuelos. Una tiene 66, uno tiene 59, que es mi abuelo, y mi mamá”, indicó.
Al ser consultada sobre qué hacen en el bote, respondió: “Bueno, recogemos comida, materiales para trabajar, cosas para engrandecer el rancho donde vivimos”.
Aseguró que se comen la comida solo si la encuentran sellada. Pero conseguir productos alimenticios sellados es una lotería.
A la pelea de los zamuros por un trozo de comida descompuesta se suma la aglomeración de personas con cada camión que llega al bote. El más esperado es el del Aeropuerto de Maiquetía. Todos se pelean por el mejor plato, por tratarse de restos de la comida que sirven en los aviones. Ninguno espera, porque hay mucha hambre y comen y beben lo que consiguen de una vez.
Muchos de estos niños no están estudiando porque los papás están trabajando en el relleno sanitario. “Y cómo van a hacer. Tienen que buscar la comida para poder sobrevivir. Entonces, no te creas, en el relleno sanitario tú vas y ves niños, muchachos, buscando comida como no tienes una idea”, relató otra de las personas que se encontraban allí.
También se observó a un grupo de primos, de entre 9 y 14 años, esperando al camión que lleva los huevos. Allí estaban rodeados de moscas y vigilados por zamuros, con sus manos envueltas en huevos batidos que echaban en potes plásticos que sacaban de la basura. Se llevaron litros y litros sin ningún tipo de higiene.
Esta crueldad, esta calamidad, es el día a día de estas familias. La mayoría es de Santa Eduvigis. “Este año parece que es más cruel que todos. Prácticamente con lo que tú ganas no te alcanza ni para comer. ¿Cuánto vale una Harina Pan? Más de 80 mil. ¿Un kilo de queso? Ni que uno se ganara un millón de bolívares diarios”, afirmaron.
Desde el 2018, el bote fue cedido a la gobernación por parte de la Alcaldía de Vargas, por tratarse de una de sus competencias. Recientemente, el primer mandatario regional, Jorge Luis García Carneiro, informó a través de sus redes sociales que oficialmente asumía el control del espacio, cuya administración fue otorgada a una empresa privada.
Además, fueron demolidos los ranchos de las adyacencias y sus familias llevadas al refugio del Centro de Adiestramiento Naval (Canes). La meta es convertir el vertedero en un relleno.